Ver fotos

Una casa en llamas tras ser alcanzada por la lava del volcán. REUTERS

La lava del volcán de La Palma avanza al ritmo de una persona andando sin prisa

Unas cien viviendas de zonas cercanas a Cumbre Vieja han sucumbido ya a su paso desde ayer sin que se hayan registrado daños personales

Lunes, 20 de septiembre 2021, 09:58

En muchas películas vemos cómo la lava avanza a gran velocidad como si fuera un río desbocado. Por fortuna, no es el caso de Cumbre Vieja. Las coladas de magma expulsado al exterior avanzaban sin freno aunque esta tarde de lunes había reducido su velocidad de unos 700 metros por hora, que equivaldría a una persona andando sin prisa, a 300 metros, debido a que llegó a terrenos llanos. A su paso la lava ha arrasado más de un centenar de viviendas y zonas de cultivo, ha obligado a desalojar a más de 5.000 personas, amenaza con partir la isla en dos al cortar la carretera que une el norte y el sur, y se espera que las lenguas de fuego lleguen a la costa sobre las 8 de la tarde de este lunes, aunque se podría demorar al reducir su velocidad.

Publicidad

Este organismo ha explicado que el movimiento de la lava no es precisamente rápido. Y todo ello pese a que todavía existen siete bocas vomitando el magma que lucha por salir a la superficie. Un avance lento que no deja de preocupar a muchos vecinos de la zona de Cabeza de Vaca que temen perder sus propiedades como consecuencia del río de fuego y ceniza que se desplaza sin oposición tras la erupción del volcán ocurrida este pasado domingo. Según ha confirmado el presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Hernández, unas cien viviendas ya han sucumbido a su paso, totalmente derretidas por temperaturas de 1.075 grados centígrados.

«La lava se come literalmente las viviendas» de los municipios de El Paso y Los Llanos de Aridane, ha asegurado Hernández al mismo tiempo que «preocupa el avance de las coladas a zonas de costa» por las viviendas a las que podría afectar, aunque se mostró aliviado de que no se haya cobrado vidas y del compromiso mostrado en las últimas horas por los gobiernos canario y nacional para reponer los daños producidos. El presidente del Gobierno Pedro Sánchez y su homólogo canario, Ángel Víctor Torres, tienen previsto visita a lo largo de esta mañana uno de los campamentos donde se encuentran parte de los evacuados. También hay que añadir la destrucción de cultivos y «todo lo que no se puede mover», según ha comentado gráficamente Nemesio Pérez, coordinador científico del Instituto de Vulcanología de Canarias, Involcan.

Vídeo.

De momento, los científicos destacan que la única salida que tiene la lava, se han vertido ya entre 17 y 20 millones de metros cúbicos, es ir a morir al mar, un éxodo que puede llevar varios días y que puede provocar mucha devastación en la zona, lo que preocupa a los científicos. Es un ritmo similar al que se produjo cuando entró en erupción el volcán de Teneguía, también en La Palma, en 1971. Una vez enfriada, el material se solidificará con lo cuál la isla seguirá expandiéndose aunque sea a costa de destruir antes todo lo que se encuentre a su paso. La cola de la lava «llega ya a medir 6 metros», según los científicos que estudian el fenómeno de la isla canaria.

Por fortuna, la erupción no ha originado daños personales, ya que los vecinos más cercanos a Cumbre Vieja, un lugar despoblado, fueron trasladados antes de que corrieran peligro sus vidas. «Afortunadamente, toda la población está evacuada», explicaba Juan Arturo, concejal y portavoz de Protección Civil de Santa Cruz de La Palma. En total, se calculan más de 5.000 personas desplazadas, aunque no se esperan nuevos desalojos. Asimismo, las autoridades han garantizado la seguridad tanto de los ciudadanos como de los turistas de toda la isla.

Publicidad

Eso sí, «hay que tener cuidado con los gases, porque son perjudiciales y venenosos», alerta Jesús Ibáñez, catedrático de la Universidad de Granada e investigador del Instituto Interuniversitario Andaluz de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos. «Mientras la lava esté caliente y la fisura habrá emisión de estos gases», añade. Por ello, las autoridades han recomendado a la población que cierre todas las ventanas y puertas exteriores y baje las persianas.

Erupción tras una semana de seísmos

La erupción comenzó este domingo a las 15:12 hora canaria, una más en la España peninsular, en la zona de Montaña Rajada, en el municipio de El Paso. Así se puso fin a más de una semana de temblores (el Instituto Geográfico Nacional (IGN) registró más de 6.600 pequeños seísmos) que ha acabó con un pequeño terremoto en el barrio de Las Manchas, al sur de la citada localidad, con foco en superficie y que dejó una enorme columna de humo y la expulsión de piroclastos. Tras varias explosiones, la montaña de La Palma comenzó a escupir ceniza, humo y lava, que salió primero dos fisuras o bocas eruptivas en dos lugares diferentes del monte que luego se convirtieron en siete. El resto ya es historia.

Publicidad

La actividad volcánica en la isla de La Palma vuelve a abrirse paso medio siglo después de la erupción del Teneguía en 1971, al sur de la isla. Ahora, prácticamente en el centro, la lava sale a la superficie después de que, en 2017, la actividad sísmica en la zona se reactivara. Durante la última semana, los ojos y la atención de sismólogos y vulcanólogos españoles se han centrado en la pequeña isla de La Palma. «En ocho días hemos visto un movimiento muy rápido de material fluido hacia la superficie», relata Pérez. Un ascenso que se ha reflejado en los 6.600 seísmos que comenzaron el sábado 11 de septiembre «a 22 kilómetros bajo la superficie» y han acabado en la erupción de este nuevo volcán.

En los últimos días, los científicos de la isla canaria registraron cómo la zona de la Cumbre Vieja, epicentro de los seísmos, se deformó unos 10 centímetros llegando hasta los 19 centímetros en las últimas horas. «Este patrón de deformación se puede interpretar como el efecto de la presurización de un pequeño reservorio magmático, con un volumen de aproximadamente de 11 millones de metros cúbicos», apuntaba horas antes de la erupción el Instituto Geológico Nacional. Esto supondría el equivalente a la cuarta parte del material que emitió la última erupción registrada en la isla, la del Teneguía (1971) con 43 millones de metros cúbicos en 24 días de duración, según datos de la Sociedad Geológica de España. Ahora sólo falta por saber cuándo dejará este volcán de expulsar el magma al exterior.

Publicidad

Casi 22.000 toneladas de dióxido de azufre

Por su parte, el Involcan ha realizado una primera estimación sobre la cantidad de dióxido de azufre (SO2) emitido a la atmósfera por el actual proceso eruptivo en Cumbre Vieja durante su primer día.

Esta primera estimación ha resultado ser del orden de las 21.800 toneladas diarias, asumiendo una velocidad del viento de 10 metros por segundo. La estimación se ha realizado después de realizar 4 medidas con un sensor óptico tipo miniDOAS en posición móvil terrestre, y se revisará una vez se contraste el dato de velocidad del viento utilizado para este primer análisis.

A partir del 20 de septiembre las medidas se realizarán en posición móvil área gracias a la colaboración de la Unidad de Helicópteros de la Guardia Civil en Tenerife, como así ocurrió durante la erupción submarina de El Hierro. La monitorización diaria de este parámetro será fundamental para analizar la evolución del actual proceso y poder utilizar este metodología para certificar la fecha final de la erupción.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad