Un jubilado de 78 años pierde todos sus ahorros al enamorarse de una mujer creada por IA
El hombre conoció a la supuesta médico a través de las redes sociales
Un jubilado de 78 años ha perdido todos sus ahorros al ser víctima de una 'estafa del amor'. José Ignacio, natural de Palencia y residente en Benidorm, mantuvo contacto vía email durante tres meses con una supuesta médico de Kazajistán, que en realidad no existía, sino que fue creada por Inteligencia Artificial (IA) y a la que llegó a enviar casi 9.000 euros. El varón ha presentado una denuncia ante la Policía Nacional.
El pensionista cayó en una depresión cuando falleció su segunda mujer hace cuatro años. Tras la terapia, le aconsejaron conocer a gente. Entonces, en 2024, a través de las redes sociales dio con la supuesta doctora, de 43 años. Se hacía llamar Ainur y estaba buscando conocer a alguien para comenzar una relación seria. «Un amigo me dijo que podía ser una estafa pero le mandé a la porra», afirmó el hombre en una entrevista.
La supuesta mujer le contó que tenía problemas económicos y quería vivir en España para comenzar una relación con él. Estuvieron varios meses cruzándose correos electrónicos, en los que se mandaban fotos y él se entusiasmó. A mediados de diciembre de 2024, la supuesta novia le dijo que iba a trasladarse a España, pero le faltaban 2.000 euros. El varón se los envió. Después, le comentó que necesitaba hacer un depósito bancario de 10.000 euros que exigía, presuntamente, el Gobierno de Kazajistán para asegurarse de que volvía a su país tras su estancia en España.
José Ignacio llegó a vender su parte de un piso en Benidorm, que había heredado de su esposa. Obtuvo 4.400 euros que envió a la supuesta doctora.
Cuando Ainur le dijo que tenía un vuelo programado para viajar a España, el hombre cogió un autobús desde la ciudad alicantina para buscarla en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Durante el trayecto recibió un nuevo email de la supuesta médico diciendo que había sido detenida en Kazajistán porque, según el relato de la mujer, estaba viajando con una obra de arte que no podía salir del país. Le comunicó que sería arrestada si no pagaba la multa.
Fue entonces cuando José Ignacio comenzó a sospechar y acudió a la Policía, donde le confirmaron que se trataba de una estafa y que las fotos y vídeos que había recibido estaban generados por Inteligencia Artificial.