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La industria vasca trabaja desde ayer a contrarreloj para recuperar la normalidad tras el inesperado apagón que, en la mayoría de los casos, obligó a ... detener por completo su producción. Las empresas del territorio se esfuerzan en restablecer sus procesos productivos, ajustando turnos y reorganizando operaciones para minimizar el impacto de la interrupción. Sin embargo, pese a los avances, algunas plantas aún atraviesan esta fase de reactivación con un ritmo irregular, mostrando que el regreso a la plena actividad será, en algunos casos, más progresivo de lo deseado.
Confebask destaca que la industria vasca está «en marcha», sin que tengan noticias de que este martes haya ninguna empresa parada. En cualquier caso, portavoces de la patronal apuntan que cada compañía llevará a cabo su propio proceso de reanudación de la actividad y que algunas compañías tardarán hasta «días en recobrar la normalidad por temas logísticos o de producción».
El consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, ha confirmado esta mañana que algunas empresas se han visto obligadas a apagar y reiniciar completamente sus plantas para poder retomar la actividad. Entre ellas se encuentra Petronor, que continúa avanzando en su proceso de reactivación de forma «paulatina y secuenciada», siguiendo estrictos protocolos de seguridad industrial. La parada forzosa de ayer derivó en una gran humareda visible a varios kilómetros, que ya se ha convertido en una de las imágenes más representativas del apagón que sacudió Bizkaia.
Fuentes de la refinería explican a este periódico que, durante la secuencia de arranque de las distintas unidades que se está dando esta mañana, es habitual que se produzcan episodios puntuales de aumento de la llama en las antorchas de la planta. Subrayan que estos fenómenos forman parte de un procedimiento controlado y previsto dentro del protocolo de seguridad industrial. En cualquier caso, aclaran que las antorchas son dispositivos imprescindibles para garantizar la integridad de las instalaciones, ya que permiten liberar de forma segura el exceso de presión en momentos puntuales, evitando así cualquier riesgo para las personas, los equipos y el entorno. Desde la compañía insisten en que estos episodios no representan peligro alguno y forman parte de los mecanismos diseñados precisamente para proteger el correcto funcionamiento de la refinería durante procesos de arranque o situaciones extraordinarias.
En el actual proceso de normalización productiva, todas las empresas consultadas por este periódico confían en recuperar el ritmo habitual antes de que concluya la jornada. Es el caso de las acerías de ArcelorMittal, que avanzan en la reanudación de su actividad de manera progresiva. La producción en estas plantas se detuvo ayer por completo tras el apagón, lo que activó los sistemas de emergencia y obligó a pasar las instalaciones a 'condición segura', un protocolo que incluye la desconexión de la red de gas para garantizar la seguridad de los equipos. Durante este periodo, los grupos electrógenos mantuvieron la temperatura de los hornos, una medida que ahora está facilitando su reactivación. Pese a los esfuerzos, la compañía da por perdida la producción de toda la jornada de ayer, afectada de manera irreversible por la interrupción.
Tubos Reunidos, que también tuvo que detener su actividad y concentrar los esfuerzos de la plantilla en la ejecución de los protocolos de seguridad, ha reanudado esta mañana la producción con normalidad en el primer turno. Fuentes de la empresa señalan que la afección registrada durante la jornada de ayer fue «mínima», gracias a la forma en que estaba organizado el proceso productivo en el momento del apagón.
En Ormazabal, en cambio, indican que su proceso de puesta en marcha ha sido «progresivo». Anoche llevaron a cabo un primer intento de encendido de sus plantas y esta misma mañana los trabajadores han retomado la actividad. En este caso, también se ha optado por una reactivación escalonada de las líneas de producción, siguiendo los protocolos de seguridad para garantizar una transición ordenada.
Entre la industria alavesa, la peor parte se la ha llevado a primera hora Michelin Vitoria, que ayer ya paralizó la producción en las líneas de rueda súper gigante por el apagón y por la mañana no se ha podido producir con normalidad «por problemas de arranque con algunas máquinas», según fuentes sindicales. Portavoces de la multinacional han reconocido «alguna dificultad» en la entrada al tajo, aunque a esta hora ya se opera con normalidad. El grueso de las complicaciones se han detectado en los talleres de ingeniería civil, donde algunas máquinas pararon ayer con goma dentro de ellas que no se pudo transformar en neumáticos.
En una tesitura algo mejor se sitúa la otra gran planta de Vitoria: Mercedes. Aunque la vuelta al trabajo está resultando más tranquila, la propia dirección ha reconocido «dificultades» para empezar a producir. «Desde ayer por la tarde trabajamos intensamente para que la afección por el apagón eléctrico sea la menor posible. El lunes, al ser festivo en nuestra provincia, no hubo producción y por lo tanto ninguna afección a la misma. Hoy hemos arrancado con dificultades, pero estamos sacando la producción», han señalado portavoces de la dirección de Bernd Krottmayer a este periódico.
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