La 'gota fría' obliga a desalojar a más de 4.000 personas en Málaga, que ya no está en alerta roja

La provincia andaluza y Tarragona fueron los puntos más afectados por los primeros coletazos de la nueva 'gota fría'. En Málaga, Protección Civil envió entre las diez y las once de la noche del martes un mensaje de alerta roja por riesgo extremo de lluvias a los móviles, en el que llamaba a la prudencia y aconsejaba evitar desplazamientos. El cielo despejado no hacía presagiar a esas horas la tromba que estaba por llegar, y que desencadenó con todo su furor ya por la mañana con dos focos principales: la parte alta de la Axarquía y la comarca del Guadalhorce, principalmente en Coín, aunque pronto las lluvias torrenciales descendieron hacia la zona de Campanillas.

En esta barriada malagueña continuaron ayer los desalojos preventivos que se habían iniciado la noche del martes con la evacuación de 3.000 personas de las riberas del Guadalhorce. También se registraron desocupaciones temporales en Velez-Málaga, donde un total de 800 personas fueron evacuadas de dos campings y un poblado chabolista por el desbordamiento del río Vélez; en Benalmádena y en Mijas, localidad esta última en el que un tornado derribó la terraza de una gasolinera. Las fuerzas de seguridad y los Bomberos rescataron a 32 personas en viviendas y vehículos en la capital, y a otra treintena en el resto de la provincia.

Las precipitaciones más intensas se registraron hacia el mediodía en la ciudad de Málaga, el Guadalhorce y la Axarquía. El récord de lluvia en una hora se produjo paradójicamente en la sede de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) del barrio de El Cónsul, que a punto estuvo de inundarse al caer 80,6 litros en sesenta minutos, mientras que los mayores acumulados se dieron en Los Montes de Málaga y Alfarnatejo, por encima de los 150 litros.

La jornada transcurrió con la amenaza de los grandes ríos de la capital, en especial el Guadalmedina, que llegó a desbordarse. La incapacidad de la red de saneamiento para absorber la tromba anegó calles, comercios y hasta hospitales, con el agua saliendo por inodoros y lavabos o filtrándose por los techos. La lluvia también obligó a cerrar centros de salud en diferentes puntos. El municipio de Almogía, en la comarca del Valle del Guadalhorce, fue uno de los más afectados, con inundaciones en alrededor de 140 viviendas.

La provincia acumuló más de medio millar de incidencias, la inmensa mayoría concentradas en la capital. Bomberos y policías atendieron principalmente inundaciones. Al cierre de esta edición no constaban desaparecidos ni heridos de consideración. Ayudó el cierre de colegios y de numerosos comercios y empresas, algunas de las cuales optaron por mandar a sus empleados a teletrabajar.

Las intensas precipitaciones dejaron incomunicada a Málaga por tren, ya que tanto el AVE como los regionales y los Cercanías dejaron de funcionar. La EMT interrumpió todas las líneas de autobuses urbanos, y el Metro hizo lo propio. La dana obligó asimismo a cancelar quince vuelos y desviar otros cinco a Sevilla.

También Tarragona estuvo ayer en aviso rojo hasta que se desactivó por la tarde, y como en la capital costasoleña se tomaron medidas dirigidas a reducir la movilidad al mínimo y evitar riesgos innecesarios. La Generalitat catalana suspendió las clases y actividades deportivas en cinco comarcas de esta provincia, así como las visitas a los centros de salud y hospitales, salvo urgencias.

En el municipio de Ulldecona se habían acumulado poco antes de las seis de la tarde 41,6 litros por metro cuadrado en media hora, y 117 litros a lo largo de la jornada, mientras que en Mas de Barberans cayeron 24,6 litros por metro cuadrado en treinta minutos. Las restricciones provocaron cortes de carreteras en doce vías catalanas, entre ellas la AP-7.