La flota de bajura pone punto final a la costera del bonito tras completar la cuota

Sin embargo, este incremento no ha sido suficiente para alargar la temporada como desea el sector, que deberá dejar la actividad mañana a la media noche, según establece la orden ministerial. Es por ello, que los arrantzales vascos llevan tiempo reclamando a la Administración central que acepte un reparto por comunidades de la cuota para aplicar así la autogestión de la misma como ocurre con otras especies como el verdel, con resultados muy satisfactorios para el sector.

Y es que «eso permitiría prolongar durante más tiempo la presencia de bonito fresco en el mercado porque no se concentrarían las capturas como ahora ante el temor a que se agote el cupo. Además, se favorecería conseguir un precio de venta algo mayor», apuntan responsables del sector que, pese a todo, reconocen que la presente campaña, «sin ser espectacular, se puede calificar como buena».

Los dos puertos vizcaínos más importantes en cuento a número de descargas se refiere, Ondarroa, que ha registrado un ligero incremento con la puesta en marcha a principios de año de la nueva lonja; y Bermeo han recibido alrededor de 850.000 y 775.000 kilos, respectivamente. El precio medio en venta en Ondarroa se ha situado en torno a los 3,65 euros el kilo. El 55% de lo descargado ha sido bonito de tamaño grande -más de siete kilos- y el 45% restante aproximadamente ha correspondido a pescado mediano -de 4 a 7 kilos-. «Los precios han sido similares a los del pasado año», apuntaron responsables de la cofradía local.

En Bermeo, por su parte, donde descargan principalmente los barcos que faenan en la modalidad de cacea o curricán y algunos buques hondarribitarras de cebo vivo, el precio medio de venta se ha situado en 3,53 euros. En ambos casos lejos de los 350,60 euros que se pagó el kilo a finales de mayo en la rula de Avilés por la primera y única tina de túnidos con la que se abrió la costera y que fueron apresados por la embarcación de Pasaia, 'Gaztelugatxeko Doniene' en las Azores.

Aunque esas primeras unidades de buques caceros que salieron a faenar, como es habitual, tuvieron que desplazarse hasta el Atlántico en busca del preciado botín, el bonito ha ido «acercándose y, como ha pasado los últimos años, se ha estado pescando relativamente cerca de la costa», apuntan desde el sector. De hecho, «ha habido un barco que en tres días consecutivos ha descargado en Ondarroa una media de 14.000 kilos, unas 45 toneladas en total», detallaron desde la cofradía de la villa costera.

Las embarcaciones que apuren hasta el último momento la campaña del bonito, «dependiendo donde se encuentren, venderán sus capturas el lunes o martes a más tardar», explicaron desde la Cofradía de Pescadores San Pedro de Bermeo.