Euskadi registra por primera vez menos de 13.000 nacimientos

Solo Galicia, con 13.383 partos y una disminución del 4,43%, se anotó un descenso mayor que el de Euskadi, que está lejos de las tasas de autonomías cercanas como Cantabria, donde aumentaron un 13,31%, Castilla y León (+5,75%), Navarra (+1,44%) y La Rioja (+0,97%).

Los datos proceden de las estimaciones de natalidad y mortalidad publicadas este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística, que recoge los datos al cierre de 2024. También aporta el organismo información que puede ayudar a esta menor natalidad vasca, como la edad de las mujeres que dieron a luz el año pasado. En Euskadi, se presentan tasas más bajas que a nivel estatal en las franjas más jóvenes y más elevadas entre los grupos con más años. Por ejemplo, mientras que, de media nacional, el 17,49% de las madres tenían entre 25 y 29 años, en la comunidad autónoma ese porcentaje se reducía hasta el 13,86%, similar por otro lado al de hace una década. Y, si el 29,42% de las progenitoras contaban con entre 35 y 39 en España, en el País Vasco ese colectivo ascendía a un 33,21%.

Ese balance dejó además una de las mayores brechas entre nacimientos y defunciones en el País Vasco, un saldo negativo de 9.631 personas. Esos serían, si no creciera la población a causa de la migración, los ciudadanos que hubiera perdido la región el pasado año. La mayoría de las comunidades cerraron en negativo, salvo Islas Baleares, Madrid, Murcia, Ceuta y Melilla, que registraron más nacimientos que fallecimientos.

Volviendo a la diferencia en Euskadi, solo en 2022 fue mayor, de 10.540 muertes más que bebés. Ese, en cualquier caso, fue un año excepcional en materia de decesos (24.203, apenas 49 menos que en el complicado 2020), en cuanto que se elevaron por diagnósticos los tardíos derivados de la pandemia y por las olas de calor, que hicieron estragos entre la población con patologías previas. En este caso, y aunque la mortalidad creció por encima de la media estatal (1,2% frente a 0,69%), otras siete comunidades vieron aumentados sus decesos en mayor medida que la vasca.

Si el saldo vasco no es bueno, el vizcaíno, tampoco. El territorio también firmó la cifra más baja de alumbramientos de la serie, con 6.435 bebés, un 3,6% menos que un año antes. Los nacimientos tocaron suelo otro año más (llevan una década de descensos consecutivos) y, con el ligero aumento de la mortalidad registrado en 2024 (12.352 defunciones, un 3,8% más que en 2023), la diferencia entre unos y otros se situó en 5.917 personas, solo superada por la de 2022 (6.281) y la de 2020 (5.926).

En Gipuzkoa y Álava la situación fue, en algunos aspectos, bien distinta. En el primero de los territorios, la natalidad (4.419 niños) descendió un 3,26%, mientras que en el segundo (2.108) cayó un 4,93%. Las diferencias llegan de la mano de la mortalidad, que en Gipuzkoa descendió un 2,76% (7.312 decesos) y en Álava creció apenas un 0,47% (2.930).