Euskadi registra una ejecución hipotecaria de vivienda cada dos días

Los procesos iniciados -que pueden paralizarse si se alcanza un acuerdo entre las partes- afectaron casi en su totalidad a personas físicas (99, por los tres desahucios contra personas jurídicas) y a propietarios de vivienda de segunda mano (101). Frente al ligero descenso en las ejecuciones de vivienda, hubo un pequeño incremento -de 29 a 41- en el caso de otras fincas urbanas: locales comerciales, garajes, trasteros...

Las cifras que ofreció ayer el INE reflejan, en el caso de los pisos, una tendencia a la baja generalizada a nivel nacional, con 6.542 procesos, un 12% menos. Se trata, sin embargo, de datos parciales, ya que solo se contabilizan los lanzamientos iniciados por el impago de hipotecas, que son cada vez un porcentaje menor por varias razones.

La primera es que los bancos aumentaron tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria los requisitos para conceder préstamos, y además prefieren pactar aplazamientos que desahuciar y tener una vivienda vacía. Existen además otras herramientas como la dación en pago o la Ley de Segunda Oportunidad (que protege al deudor en casos de insolvencia) y la prohibición de desahucios a las personas vulnerables, prorrogada hasta finales de 2028.

Fuera de la estadística del INE quedan los desahucios por el impago del alquiler, que son los más numerosos. Según los datos del Consejo General del Poder Judicial, de los 593 desalojos que tuvieron lugar en los hogares vascos en 2023, los lanzamientos correspondientes a inmuebles alquilados supusieron un 87,35%.