ESS-Bilbao entrega a Suecia la gran vasija del blanco de la futura fuente de espalación

«Esta entrega demuestra una vez más el compromiso español con esta infraestructura de investigación líder mundial», aseguró ayer John Womersley, director general de la fuente de espalación europea.

La pieza ha sido diseñada por ESS-Bilbao como parte de la contribución en especie, un total de 73 millones de euros– con la que el Reino de España debe participar del proyecto. Cuando esté operativa, en su interior se ubicará el sistema del blanco de tungsteno que, tras ser bombardeado con protones, emitirá potentes haces de neutrones que permitirán analizar la composición de todo tipo de materiales, lo que ayudará a desarrollar nuevos medicamentos, mejores baterías y sistema de potabilización del agua, por ejemplo.

La vasija, cuya creación ha supuesto cinco años de trabajos, contendrá 1.000 toneladas de acero, que protegerán del exterior los materiales activados y la radiación ionizante generada durante el proceso de espalación. Una vez en funcionamiento, se preservará en una atmósfera de vacío dentro del enorme recipiente para aislar las partes críticas del sistema del blanco del entorno externo, y asegurar que los neutrones sean guiados hasta los instrumentos para que puedan realizarse los experimentos científicos.

Esa 'diana' de tungsteno, la pieza «fundamental y crítica» del proyecto, también será fabricada por ESS-Bilbao, así como su unidad motriz y el eje, además del sumidero por el que se canalizará el excedente de neutrones espelidos del blanco que no se usen en los diferentes experimentos científicos de la fuente. Asimismo, es responsabilidad del centro ubicado en el parque tecnológico de Zamudio la construcción del sistema de transporte de haz de energía media (MEBT) –ya entregado–, las cadenas de radiofrecuencia (RF) para el acelerador y uno de los instrumentos de la infraestructura, Miracles.

«La pertenencia de España a fuente de espalación europea es fundamental para el posicionamiento de nuestro país como impulsor de la ciencia y beneficiará especialmente a los investigadores y socios industriales españoles», afirmó Mario Pérez, director ejecutivo de ESS-Bilbao. «El envío de la vasija marca un hito importante en el proyecto ESS y estoy muy orgulloso del trabajo que hemos realizado», añadió.

Tras sufrir varios retrasos en su proceso de construcción, está previsto que la fuente de espalación esté operativa en 2023. A partir de entonces, científicos de todo el planeta podrán desarrollar investigaciones de todo tipo gracias a su capacidad de generar haces de neutrones que multiplicarán la capacidad de las instalaciones similares ya en funcionamiento. España es uno de los 13 países miembros del consorcio que financia y construye esta infraestructura de «investigación de vanguardia».