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Agentes de la Ertzaintza realizan controles en El Haya. Josu García
Intensa vigilancia policial para que Bizkaia se quede en casa

Intensa vigilancia policial para que Bizkaia se quede en casa

El territorio y sus lugares de ocio han amanecido desiertos, mientras la Ertzaintza extrema los controles, que se extienden también al monte y zonas de costa

DAVID S. OLABARRI | josu garcía | josé domínguez

Miércoles, 18 de marzo 2020

A las once de la mañana no se ve ni un alma en la playa de La Arena, a caballo entre Muskiz y Zierbena. Hay 18 grados, el sol coquetea con los restos de una neblina que se disipa y es día festivo. Pero no hay ni un surfista en el agua, pese a las fabulosas olas que baten la orilla. Ni un perro jugueteando con la marea. El arenal, el más utilizado y punto habitual de expansión de los vecinos de la Margen Izquierda, está cerrado a cal y canto. Una estampa preciosa e inédita provocada por el estado de alarma derivado del coronavirus.

Bizkaia está cumpliendo hoy su sexto día de confinamiento y parece que, esta vez, los ciudadanos se lo están tomando en serio. También ayuda, y mucho, que las fuerzas de seguridad estén en la calle controlando cada movimiento. Las policías municipales patrullan los pueblos y ciudades en busca de vecinos que se saltan de manera injustificada la prohibición de salir de casa, mientras que la Ertzaintza permanece atenta en las carreteras y otros puntos vitales del territorio. Desde ayer, a esta tarea se ha unido la Unidad de Vigilancia y Rescate (UVR) de la Policía autonómica, que busca en el monte y en la zona de costa a deportistas o montañeros que se han saltado la cuarentena.

El punto neurálgico de esta red de contención frente al virus se encuentra en El Haya. A las 10.00 de la mañana, cuatro furgonetas y coches de la Ertzaintza, con una decena de agentes paran a todos los coches que circulan por la autopista A-8 en dirección a Cantabria. Ni uno se salva. Tratan, sobre todo, de evitar el traslado de vizcaínos a sus segundas residencias en la región vecina.

Llevan desde primera hora y han puesto tres multas. Son 601 euros por cada sanción. Parado en el control, uno puede escuchar excusas de todo tipo, aunque lo habitual es que el escaso flujo de tráfico sea justificado: transportistas y muchos sanitarios que regresan a casa en Laredo o Castro después de pasar una dura noche de guardia en el hospital de Cruces, por ejemplo.

El grupo más numeroso se ha movido sobre las ocho de la mañana. A esa hora había retenciones en la zona. ¿El motivo? Hoy es laborable en Cantabria y bastantes vizcaínos trabajan en empresas de esa comunidad autónoma. Así que la mayoría se desplazaba a su puesto de trabajo con el preceptivo justificante de movilidad que le habían proporcionado sus jefes. La práctica totalidad de las personas que han pasado por el control cumplían los requisitos.

La Ertzaina seguirá trabajando probablemente durante todo el día en El Haya. En el resto de Bizkaia, los puntos de ocio siguen desiertos: el Puerto Deportivo de Getxo, La Arboleda, San Juan de Gaztelugatxe, el paseo de La Galea... El objetivo es frenar el virus y parece que los vizcaínos están cada vez más concienciados. Los que no se lo tomen en serio, se arriesgan a un castigo económico muy importante.

Este pasado miércoles, la Policía vasca impuso multas de 600 euros a los conductores que circulaban por la A-8 dirección Cantabria. El de El Haya fue uno de los muchos puntos de control establecidos por la Policía vasca y la Guardia Cilvil para evitar que los ciudadanos viajen a localidades limítrofes a Bizkaia donde abundan las segundas residencias de veraneo, tanto en Cantabria como en Burgos y La Rioja.

El control establecido sobre las ocho de la mañana en la muga con Cantabria ha generado algunas retenciones. Hoy es laborable en la comunidad vecina y muchos vizcaínos que trabajan allí han tenido que presentar justificante de su empresa para franquear el dispositivo de seguridad. Lo mismo ha ocurrido con un buen número de personal sanitario de Cruces, que regresaban a casa, en Castro o Laredo, tras una complicada noche en el hospital. Hasta las 10.00 horas, según ha podido saber este periódico, la Ertzaintza había interpuesto tres multas en este punto.

Esta situación se repitió ayer por la tarde. La intensidad del tráfico en la A-8 fue tal que los controles provocaron retenciones en la zona del Haya. Los agentes identifican a los conductores y salvo que el DNI indique que tienen la residencia en Cantabria o disponen de un certificado de tránsito de su empresa, son multados y obligados a dar la vuelta y volver a sus domicilios habituales.

A este respecto, tanto la Policía Autónoma como la Guardia Civil explican que los controles se prolongarán durante todo el fin de semana. Desde el instituto armado añaden además que la vigilancia será especialmente intensa en el tramo cántabro de la A-8 y la N-634 hasta Santander, donde se suceden las localidades turísticas destino habitual de muchos vizcaínos.

En este sentido, el delegado del Gobierno, Denis Itxaso, recuerda en un comunicado que «evidentemente, continúan siendo de obligado cumplimiento las medidas» del decreto «que establece una serie de restricciones que limitan la libertad de circulación de las personas».

Itxaso apunta que «acudir a una segunda residencia a pasar el fin de semana o el puente no está entre las excepciones contempladas a la limitación de los desplazamientos a pie o en vehículo». Y recuerda lo que ya pueden comprobar en primera persona algunos conductores: hay previstos «operativos específicos de patrullaje en las regiones limítrofes con el objeto de controlar el cumplimiento de estas premisas, y en especial, en aquellas localidades de especial atracción turística», añade. Por último, aclara que «no existe ninguna excusa por tanto para no cumplir las restricciones dispuestas por el Gobierno».

Transporte colectivo

En la situación en la que estamos solo podemos movernos para lo imprescindible: trabajar, comprar lo más básico y necesario, atender a dependientes y pasear a nuestras mascotas. Irse, por ejemplo, al pueblo no entra dentro de las situaciones permitidas por el decreto emitido por el Gobierno de Pedro Sánchez.

Los controles de la Policía vasca se han hecho extensivos a estaciones de transporte colectivo. Ademas, los agentes autonómicos podrán acordar el cierre a la circulación de carreteras o tramos de ellas por razones de salud pública, seguridad o fluidez del tráfico, o la restricción en ellas del acceso de determinados vehículos por los mismos motivos.

Si a pesar de todo, un ciudadano tiene que moverse desde hoy y en el vehículo debe ir una segunda persona, esta deberá sentarse en el asiento trasero derecho. El objetivo es respetar la distancia de seguridad de un metro para evitar contagios. Si no se hace, el viaje será considerado como un movimiento no permitido.

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