Emakunde edita una guía para recuperar la presencia de las mujeres en la historia
El libro, de las historiadoras Isabel Mellén y Virginia López de Maturana, aporta claves para integrar la perspectiva de género en el relato del pasado
La historia, la reconstrucción del pasado humano convertida en relato, siempre ha estado marcada por quienes la han escrito, con sus sesgos, manías, creencias y ... opiniones. La forma de hacerla se va renovando con las sucesivas corrientes historiográficas, pero esa renovación no se hace de la noche a la mañana, ni sus resultados llegan a la sociedad al instante. De manera que el relato histórico que recibe el público a través de un libro, una exposición, un documental o el recorrido guiado por una ciudad, sigue lastrado por muchos sesgos. Uno de ellos es el que ha dejado de lado a la mitad de la humanidad, a las mujeres. Desvelar «los mecanismos con los cuales se expulsa reiteradamente a las mujeres del canon histórico o se tergiversa su contribución a las acciones colectivas» es uno de los objetivos de 'Memoria histórica con perspectiva de género: Una guía práctica para incluir a las mujeres en el relato histórico', editada por Emakunde y escrita por las historiadoras Isabel Mellén y Virginia López de Maturana. El libro ha sido presentado este viernes en Arkeologi Museoa, Bilbao, por sus autoras, acompañadas por la directora de Emakunde, Miren Elgarresta, y la diputada vizcaína de Euskera, Cultura y Deporte, Leixuri Arrizabalaga.
Tal y como han explicado Isabel Mellén (Universidad de Zaragoza y UNED) y Virginia López de Maturana (UPV/EHU y UNED), este trabajo -editado en euskera y castellano- presenta una serie de pautas y reflexiones críticas encaminadas a señalar los principales sesgos de género que siguen dándose a la hora de contar el pasado, sea cual sea el medio. Es una guía práctica, y está destinada a cualquier persona que esté relacionada con la historia, de un modo u otro. «A personas que realicen publicaciones de cualquier tipo, libros, cómics, folletos turísticos informativos, entradas de blog, o formatos audiovisuales como documentales, reportajes que tengan carácter o inspiración histórica», ha detallado López de Maturana. También «a guías de turismo, formadores e informadoras culturales, personal de museos y profesionales del sector cultural en general, que se encargan de divulgar el pasado en cualquier formato».
Ambas historiadoras han subrayado el hecho de que gran parte de los personajes «que componen el relato histórico hegemónico configuran al hombre como sujeto histórico por antonomasia», por lo que el resto de las acciones realizadas por las mujeres se han considerado irrelevantes para la historia. «Durante mucho tiempo hemos tenido un relato acorde a una estructura social que era la imperante», ha apuntado Mellén, por su parte. «Todo el relato histórico, todo el relato de nuestro pasado ha sido amoldado a los hechos de un tipo de hombre muy determinado -blanco, heterosexual, poderoso-. Eso excluye a todos los colectivos que no se identifican con ese perfil. Para empezar, a todas las mujeres, también a los hombres no heterosexuales».
Después de analizar cómo se ha construido ese discurso, en el libro «ofrecemos unas pautas muy sencillas y muy prácticas que nos ayudan a identificar los recursos o los mecanismos que nos encontramos en estos relatos, en los libros de texto, en las narraciones, por los cuales las mujeres han sido ocultadas. Son unas pautas muy sencillas que nos sirven para darnos cuenta de que tenemos que tener una visión un poco crítica con esos relatos que nos han sido transmitidos una y otra vez».
Invisibles y ocultadas
La guía recoge varios ejemplos de invisibilización u ocultación de las mujeres en el relato histórico, como la interpretación de la una parturienta como un demonio, en una pintura medieval de una iglesia alavesa, a los 'olvidos' a la hora mencionar a las mujeres en los documentos medievales de donación, en los que los donantes resultan ser parejas, matrimonios. También aporta claves para reconstruir un relato histórico sin sesgos de género, desde un punto de vista crítico y constructivo. Para ello, las investigadoras han completado el texto con un decálogo de ideas para integrar la perspectiva de género en la memoria histórica, como ayuda y orientación para instituciones, profesionales y agentes sociales implicados en el estudio, la investigación y la divulgación.
En palabras de la directora de Emakunde, Miren Elgarresta, la guía pretende contribuir «a construir una memoria de todas y todos a través de un relato histórico incluyente, riguroso, científico y alejado de estereotipos de género». En la guía se analizan cuáles son los factores que han favorecido la construcción de un relato histórico androcéntrico y sesgado desde el punto de vista de género, en el que se invisibiliza a las mujeres y se ofrece una visión estereotipada de sus contribuciones. En este sentido, Miren Elgarresta ha incidido en la necesidad de recuperar los nombres y las historias de muchas mujeres que han quedado olvidadas «porque merecen el reconocimiento público y porque las nuevas generaciones necesitan referentes de mujeres en todos los ámbitos de la vida».
Por su parte, la diputada foral de Euskera, Cultura y Deporte, ha valorado que «este trabajo nos permite mirar al pasado con una mirada crítica». Esta guía «nos pone las gafas moradas para analizar el papel de las mujeres a través de la historia, un sector de la población que hasta hace poco estuvo invisibilizado».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión