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Los niños de la ikastola San Fidel de Gernika forman una cola, con mascarillas y distancias de seguridad, durante el primer día de vuelta a las aulas. maika Salgero
Vuelta al cole 2020 en Euskadi, en directo: Así está transcurriendo en Bizkaia

Euskadi abre las aulas a 200.000 alumnos con la inquietud diaria de que entre el virus

El retorno escalonado y el despliegue de medidas seguridad lograron un regreso ordenado aunque con inquietud y miedos

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Lunes, 7 de septiembre 2020

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La vuelta al cole progresiva por etapas y las entradas escalonadas en los colegios, con diferentes horarios para cada curso, consiguieron ayer que el retorno a las aulas de 200.000 alumnos de Infantil, Primaria y Secundaria se desarrollara de forma ordenada y sin agobios. Los escolares llegaban con la lección aprendida del uso de mascarillas y respeto de distancias; y los padres, entre la satisfacción de volver a la normalidad y el miedo a los contagios. Los docentes dedicaron la jornada a enseñar las nuevas normas para luchar contra el virus desde las aulas.

Las filas con distancias de seguridad en el patio antes de entrar, la toma de temperatura de los escolares y la limpieza de manos fueron el ritual común en todos los colegios vascos. Los centros habían preparado recorridos señalizados, parcelas en los patios y accesos diferentes de entrada. Profesores armados con geles y termómetros aguardaban la llegada de los niños.

Policía municipal y Protección civil colaboraron para evitar aglomeraciones

vigilancia

El instituto José Miguel de Barandiaran de Leioa convocó a los alumnos en el patio, en lugar del salón de actos, para evitar aglomeraciones. «Han entrado los de primero de la ESO a las nueve y cuando se vayan dentro de hora y media lo harán los de segundo», comentaba Gurutze Lauzirika, directora adjunta. Los tutores les esperaban con un cartel en el que aparecía la letra de cada clase y se les llamaba por orden de lista. Una vez reunidos, accedían por una de las dos puertas habilitadas y seguían las líneas marcadas en el suelo hasta llegar a su clase.

En el patio de las escuelas de Indautxu en Bilbao, los niños formaron una cola y se les tomó la temperatura antes acceder a las aulas, con orden y tranquilidad. El centro público Larrea de Amorebieta-Etxano abrió sus puertas a las 9.30 horas repartiendo al alumnado en tres entradas diferentes al edificio. Una vez dentro del recinto se organizaron en pequeños grupos de clase y se les tomó la temperatura. Algunos colegios, además, usaron el sistema de megafonía en los patios para recordar las nuevas normas a los pequeños.

Una maestra atiende a varios niños pequeños en la ikastola San Fidel de Gernika.
Una maestra atiende a varios niños pequeños en la ikastola San Fidel de Gernika. maika salguero

Aglomeraciones de padres

El despliegue de medidas de seguridad fue intenso y de todo tipo. Los servicios municipales de algunas localidades realizaron una desinfección de las instalaciones escolares antes de que llegaran los niños. La Policía Municipal y voluntarios de Protección Civil de algunos municipios -como Santurtzi y Barakaldo- colaboraron para evitar concentraciones de familias a las puertas de los centros y comprobar que se usaban mascarillas y se respetaban las distancias. En varias escuelas los agentes, y las propias direcciones, tuvieron que intervenir para advertir a los padres que no se quedaran en los alrededores tras dejar a sus hijos en clase ya que estaban formando pequeñas aglomeraciones.

Los chavales llegaban ayer con ilusión por ver a sus compañeros y muy concienciados con las normas de seguridad. «Sabemos que debemos tener la mascarilla puesta todo el tiempo y mucho cuidado con lo que tocamos: nos lo repiten cada día...», comentaba Alazne, que charlaba con sus compañeros de Secundaria a las puertas de Jesuitak, en Durango, nerviosos ante este curso tan atípico.

Las familias afrontaron el retorno a clase de sus hijos con satisfacción por recuperar la normalidad pero con dudas y muchos miedos. El cierre de una haurreskola de Sondika y el retraso en la apertura de un centro de Amezketa por los positivos de profesores, junto con la mala evolución de la pandemia, hacen comprensibles sus inquietudes. De hecho, algunos colegios recibieron ayer correos electrónicos de padres que han decidido no llevar a sus hijos a clase por temor a los contagios.

«Ellos están con ganas, nosotros con preocupación y nervios», confesaban Jonathan Casillas y Nuria Torres, a las puertas de la ikastola Betiko de Leioa. Creen que va a ser complicado que los niños respeten las medidas de prevención, aunque «con la mascarilla tenemos más tranquilidad», confían.

Los docentes dedicaron el día a enseñar las rutinas de higiene y los recorridos y espacios acotados

NUEVAS NORMAS

«¿Cómo vas a hacer entender a un crío que no puede abrazar a su amigo al que no ve hace tiempo?», se preguntaba Ana García, que llevaba a sus tres hijos al colegio Nevers de Durango. Contenta de poder conciliar con su trabajo, reconocía tener «miedo». A Nerea Ulacia, madre de dos niños del colegio Zubilleta de Algorta también le causa «cierta preocupación» el regreso al cole, admitía, «pero hace falta volver a la vida normal, los niños a aprender y nosotros a trabajar».

Los maestros, que llevan días preparando a contrarreloj la llegada de los alumnos, dedicaron el estreno del curso a enseñar a los niños las nuevas rutinas que deberán seguir en el colegio. «Con los lavados de manos, hacer con ellos los recorridos por los edificios, mostrarles los espacios en el patio que deben ocupar y marcar sus materiales para evitar que los compartan se nos ha ido la mañana», comentaba una profesora de Primaria de un colegio de Santurtzi.

En su contexto

  • 200.000 alumnos de las etapas de Infantil, Primaria y los dos cursos iniciales de Secundaria comenzaron ayer a clase. Durante este mes de septiembre, y de forma escalonada, volverán los estudiantes del resto de ciclos de ESO, Bachillerato y FP. En total, 372.000 alumnos estudiarán este curso en los cerca de 900 centros de enseñanza que hay en Euskadi.

  • Sin balones ni juguetes y sin compartir objetos Los escolares que volvieron ayer a los colegios se encontraron con unas normas que deberán cumplir a rajatabla. Las más importantes, además de las mascarillas, lavados de manos y distancias: no compartir materiales, utilizar siempre el mismo pupitre y silla y no llevar al colegio ningún tipo de objetos para jugar en el patio -se acabaron los balones, cuerdas, patines...-. Lo único que pueden meter en la mochila es el material escolar, que deberá ser de uso individual. Se acabó prestar el boli o el libro. En los patios cada grupo tiene acotada y señalizada su zona, un límite que no pueden traspasar.

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