Patronal y sindicatos se acusan de bloquear el diálogo el primer día de huelga en la concertada

El convenio es trienal y lleva caducado desde 2021. Desde entonces han tenido lugar catorce reuniones entre las dos patronales implicadas (Kristau Eskola y Aice-Izea) y los sindicatos (ELA, Steilas, CC OO, LAB y UGT) sin que se haya logrado llegar a ningún acuerdo.

Las dos partes se acusan mutuamente de bloquear la situación. Las centrales critican no haber recibido ninguna «propuesta de contenidos»; las patronales, a su vez, acusan a los trabajadores de no tener una «actitud propositiva», y de haber adoptado una «postura infranqueable», «siendo la movilización y el llamamiento a la huelga prácticamente el único movimiento certero» que han realizado. De hecho, los trabajadores amenazan con más días de huelga en enero si no hay avances.

Y, sin embargo, ambos están de acuerdo en un punto fundamental: el mantenimiento de los puestos de trabajo y la «sostenibilidad» de los colegios. Los centros escolares serán -están siendo- los primeros en notar el impacto de la caída de la natalidad, «una realidad que ineludiblemente se impondrá a todos los centros», en palabras de Kristau Eskola. Un estudio del departamento de Educación prevé el cierre de 4.200 aulas a lo largo de la próxima década por la pérdida de más de 65.000 estudiantes. Un escenario que algunos consideran una oportunidad para mejorar la atención a los alumnos, pero que plantea no pocas incógnitas. Éste es el contexto de fondo en el que se desarrollan las negociaciones.

En una muestra de fuerza, los sindicatos sacaron ayer a la calle a más de 5.000 trabajadores en las tres capitales vascas para exigir no sólo el blindaje de los puestos de trabajo, sino también medidas para aliviar la carga de trabajo, mejoras para los sectores «más feminizados y precarizados», la actualización de los salarios de acuerdo con el IPC, cambios en la contratación temporal y en la fija discontinua y algunas condiciones relacionadas con la salud laboral. También piden planes de euskera y de igualdad.

Antes de la manifestación en Bilbao, que colapsó los accesos al centro, los sindicatos aseguraron que su voluntad es «no ir por el mismo camino que el anterior conflicto». Se refieren a los 10 años que pasaron con el convenio desactualizado. Alcanzaron un acuerdo en 2019 después de tres años de movilizaciones y 29 jornadas de huelga. Hizo falta la mediación del departamento de Educación.

Los sindicatos han vuelto a interpelar al Gobierno, ya que «tiene mucho que decir». El departamento, por ejemplo, establece la ratio de profesores por aula y las tablas de pago delegado (de donde cobra la mayoría del profesorado). También se ha comprometido con la gratuidad total de la concertada en la nueva ley. No obstante, por el momento el departamento ha rechazado mediar. «Hay un ámbito muy pequeño para que nosotros podamos participar», dijo ayer el consejero, Jokin Bildarratz.

En cualquier caso, los colegios permanecerán abiertos por los servicios mínimos establecidos por el Gobierno vasco, que los sindicatos consideran «excesivos». En todo momento deberá haber una persona del equipo directivo y otra de la plantilla de subalternos. Además, habrá un profesor por cada cien alumnos en las etapas de Infantil y Primaria. Para ESO, Bachillerato y FP únicamente habrá un profesor, independientemente del tamaño del colegio.