El número de alumnos repetidores en ESO repunta en Euskadi tras la pandemia

La primera consecuencia cuantificable en este estudio, que refleja la situación de la enseñanza en Euskadi a finales del curso 21-22, el primero normalizado tras la pandemia, es que el porcentaje de alumnos repetidores de ESO -entre 12 y 16 años- repuntó en Euskadi tras varios años a la baja. En primero repitieron el 5,5% de los estudiantes; en segundo el 6%; en tercero el 5,2%; y en cuarto el 3,4%. Como media, repitió el 5% del alumnado, uno de cada 20 estudiantes. El curso precedente, esos porcentajes fueron notablemente inferiores. Del 4,6%; 4,3%; 3% y 2,2%, respectivamente. Es decir, un promedio del 3,5%, o uno de cada 28 alumnos.

El consejero de Educación, Jokin Bildarratz (PNV), ya avanzó en junio los principales resultados de un análisis efectuado a partir de un muestreo en el 22% de los centros docentes, y que es el preludio de otro más amplio que se elaborará en otoño y que abarcará al conjunto de los colegios vascos.

A pesar del repunte, los porcentajes de repetidores del curso 21-22 son los segundos más bajos de los últimos años (el estudio se remonta hasta el curso 14-15), solo por encima del 20-21. Cabe recordar, además, que durante la pandemia las autoridades educativas hicieron un llamamiento a la flexibilidad para que la promoción de curso fuera «la regla general», lo mismo que lograr la titulación debía ser la «práctica habitual» en el caso de los estudiantes de cuarto de la ESO, segundo de Bachillerato o Formación Profesional.

Así las cosas, las tasas de repetición del primer curso postpandemia no son especialmente superiores a las del 20-21, pero sí inferiores a las de los seis años precedentes. Por ejemplo, en el curso 14-15, las tasas de repetición ascendían hasta el 7,9% en primero, el 6,9% en segundo, el 6,2% en tercero, y el 4,5% en cuarto.

Directores de centros y representantes educativos consultados achacan estas cifras a una «vuelta al escenario y las cifras anteriores» a la crisis sanitaria. Aunque huyen de cualquier alarmismo, sí advierten de que durante la época más dura del Covid hubo «mucho más consumo de pantallas (series, videojuegos...), lo que ha afectado a los procesos de socialización de los menores», una cuestión que influye directamente en los procesos de aprendizaje y en los resultados académicos.

Lo que ha mejorado es la tasa de abandono escolar temprano, que se situó en el 4,8% en el año 2021, desde el 6,5% de 2020, manteniendo así la senda descendente. Es un porcentaje inferior al de España (13,3%) y la UE (9,7%).