La epidemia obliga a aplazar la Selectividad

El consenso alcanzado ayer entre los responsables de la enseñanza en España matiza que la Selectividad «debe mantenerse, pero aplazando la fecha de realización», explicó la Conferencia de Rectores, que pidió que la demora no vaya más allá de la primera semana de julio para «asegurar el correcto desarrollo de su corrección y los trámites administrativos». El calendario de matrícula universitaria también va a registrar cambios para adaptarse al de esta prueba.

En Euskadi hay cerca de 10.000 alumnos en Bachillerato y FP que van a realizar este año la Evaluación de Acceso a la Universidad (EAU), como se llama en el País Vasco. Se iban a examinar los días 10, 11 y 12 de junio y ahora, además de lidiar con las suspensión de las clases presenciales para evitar contagios, deben asumir la incertidumbre de que se acuerde una nueva cita condicionada por la evolución de la epidemia.

El Ministerio de Universidades reclamó ayer la creación de un grupo de trabajo en el que estén presentes las instituciones académicas para fijar fechas y cambios que pudieran introducirse en la Selectividad. «El objetivo prioritario es despejar cuanto antes la incertidumbre y garantizar que el acceso a la Universidad se va a producir de forma justa para todos los estudiantes», indicaron los rectores.

El cierre de aulas está recortando la formación de los alumnos de segundo curso de Bachillerato que deben superar la pruebade acceso a carreras, lo que ha llevado al Grupo 9 de Universidades -que engloba a más de 170.000 estudiantes de nueve comunidades y en el que se encuentra la UPV/EHU- a reclamar que se revise la programación de la Selectividad.

La comunidad educativa también ha reaccionado ante esta situación excepcional. La Asociación Nacional de Profesores de la Enseñanza (ANPE) ha pedido «no examinar de los contenidos que no hayan sido impartidos», mientras que la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA) ha propuesto «recuperar las clases a final de curso o rebajar la materia». El Sindicato de Estudiantes quiere que se reduzcan los temarios e incluso que se suspenda la prueba y que la nota media del Bachillerato sea la calificación de corte para entrar a las carreras,

Los ministerios de Educación y Universidades garantizaron ayer que «no habrá consecuencias negativas para el alumnado». «Ningún estudiante va a perder el curso debido a la situación actual y el acceso a la Universidad se va a producir en términos de equidad y justicia para todos», subrayaron. Han puesto a disposición de las comunidades recursos digitales «para reducir la brecha entre los alumnos» al afrontar la formación a distancia.