Las lecciones que ha aprendido la escuela vasca con la pandemia

Presencialidad. «Dábamos por hecho que ir al 'cole' era lo normal y resulta que además es imprescindible a cualquier edad, en las edades más tempranas porque ayuda a la conciliación, y en los estudiantes más mayores porque necesitan de la comunidad escolar para desarrollarse», explica el responsable de la red de Ikastolas Koldo Tellitu. «Facilita la integración y evita desigualdades».

Responsabilidad y autonomía. «Los menores se han visto obligados a ser más responsables para cuidar de su entorno, han trabajado la empatía, eran muy conscientes de que si no lo hacían bien podían contagiar, por ejemplo, a sus abuelos», asegura la psicóloga Anahí Navarro.

Disciplina. «Fue un curso marcado por la necesidad de disciplinarse en rutinas de higiene y comportamiento. Los niños lo han aceptado e interiorizado», destaca Ainhoa Ercibengoa, madre de un alumno de Primaria.

Trabajadores esenciales. «Los profesionales fuimos reconocidos como trabajadores esenciales, eso supuso una gran lección», afirma la profesora Maite Álvarez.

Inversión. «La necesidad de invertir en educación, especialmente pública, se ha hecho notoria. Sin inversión no puede haber enseñanza de calidad. Hay quien lo ha descubierto en esta pandemia», sostiene la portavoz de Steilas, Ainhoa Astigarraga.

Tecnología. «La puesta a punto tecnológica se ha hecho en algunos casos en un tiempo récord. Es algo que ha venido para quedarse y para aprovecharlo», afirma Ercibengoa.

Capacidad de respuesta. «La adaptación del mundo educativo a cada reto de este periodo tan cambiante del mundo educativo ha sido fundamental, siempre pensando en el bien de los alumnos y familias», enumera Tellitu.

Confianza institucional. «La respuesta de las instituciones fue fundamental para poder llevar a cabo el curso, siempre respetando a los alumnos y la educación», subraya Álvarez.

El deporte es esencial. «La pandemia nos ha dejado sobre la mesa la importancia de hacer deporte para la salud, la socialización y generar ilusión entre los más jóvenes», recalca Alfonso Peregrina de Bultza Kirola.

Paciencia. «Todos hemos desarrollado esta virtud, por mucha rabia que te dieran ciertas cosas, no quedaba otra que poner kilos de paciencia». Es una lección aprendida para Peregrina.