La hora de la verdad para 13.000 estudiantes
EAU ·
Arranca la Selectividad en Euskadi. Algunos afrontan la cita con nervios y otros, con alivio por dejar atrás un curso «de mucha presión»Segundo de Bachillerato es una mierda. Todo es Selectividad, Selectividad, Selectividad... Lo odio. Y además, no estudias lo que te gusta. ¿Qué me importa a ... mí Lengua? Bueno, Literatura sí me gusta por las obras. Pero Filosofía o Historia... Es que no me apetece nada estudiarlo. Y es todo un poco frustrante».
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Es mediodía y Alexandra Cirpaci y Ane Antón apuran una hamburguesa del 'Burger King' en un banco a la sombra. Hace 26 grados y el sol cae a plomo. Están en pleno descanso antes de volver a la biblioteca de Azkuna Zentroa, que estos días está llena de chavalitos que preparan la Evaluación para el Acceso a la Universidad (EAU). Este año son 13.433 en Euskadi.
Las dos amigas charlan de cualquier cosa. Un rato para despejarse antes de volver a sumergirse en un mar de apuntes, libros y notas subrayadas en fosforito. Ane, que ha estudiado Bachillerato en Ayalde, afronta la Selectividad con bastante tranquilidad. La han admitido en Derecho Económico en Deusto, así que con aprobar le vale. Su amiga es la del comentario furibundo contra Bachiller. Después de pasar por varios centros, ha acabado 2º en el instituto Txurdinaga Behekoa, que oferta la especialidad de Artes Escénicas. Cuenta que eso es lo que va a estudiar en la academia 'Tai' de Madrid. No se va a presentar a la 'sele'. Aún tiene que recuperar alguna asignatura, también prepara el examen teórico de conducir. Y hace de soporte moral. «Ane es súper lista, va a sacar todo dieces», cuenta. La otra se ríe y analiza el curso que termina de forma distinta a su amiga. Asegura que le ha gustado. «Pero no tanto por los estudios, sino porque es como que maduras. La cabeza te hace 'clic'».
La Selectividad es como el gran monstruo que hay al final de la última pantalla de un videojuego. El curso es una matraca constante con la importancia del examen, una decisión que puede marcar tu futuro, etcétera, etcétera. Por eso, entre los jóvenes -o quizás sólo entre los que no necesitan un 12 y pico o un 13-, la sensación, más que de nervios, casi es de alivio por dejar atrás un curso que identifican con «agobio y estrés».
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«Ya no tiene sentido trasnochar, es mejor dormir para ir descansadas al examen. La suerte está echada»
«Mucho tema y poco tiempo»
Es lo que les pasa a Maialen Urkiola y Naia Lerma, de la ikastola Lauro. Ha sido un año de «mucha presión, muchos exámenes, muy seguidos todos. Ha habido poco tiempo para el temario», cuentan. Quizás por esa inercia no consiguen sacarse el agobio de encima. Llevan dos semanas yendo a diario a la biblioteca. «Nos pasamos el día aquí». «No nos hemos organizado muy bien. Son muchas cosas y hay que gestionarlo y... Mucho tema y poco tiempo», repiten. «Es un agobio».
Y eso que ambas están admitidas en Deusto. La primera, en Derecho con Política, Filosofía y Economía. La segunda, en Ingeniería Matemática. Ayer por la mañana estaban en un rincón a las afueras de la biblioteca de Diputación repasando juntas el tema de Historia sobre la II República. Maialen espera que no caiga en el examen de hoy. Prefiere que le pregunten por el periodo del franquismo.
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Hay quien, no obstante, ha hecho «la quiniela» con el temario. «Yo creo que con dos temas y cinco comentarios, eligiendo las preguntas... Se puede», confía Ane, la chica que confesaba afrontar «con calma» la cita.
Pese a todo, las entrevistadas para el reportaje aseguran que la noche -la de ayer- no será en vela. «Hay que descansar bien». A fin de cuentas, la suerte está echada. 'Alea iacta est'.
Más o menos eso mismo opinan Leito Alvarado y Camila Meneses, del instituto Bertendona. Ambos llegan al día señalado «con nervios». Quieren estudiar Enfermería, que tiene una nota de corta razonablemente alta. Pero lo tienen claro y pedirán entrar en cualquier universidad donde les dé la nota.
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Suelen estudiar juntos porque a él se le da bien Química y a ella, Lengua. Se ayudan mutuamente. Se ausentan un momento de la sala de estudio porque van a imprimir una copia del recibo del pago de la matrícula. Mañana -por hoy- es un gran día y no hay que olvidarse de nada. Y menos de la documentación oficial.
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