El Gobierno vasco responde al rector de la UPV/EHU que «con lenguaje hiperbólico no va a mejorar la financiación»
«Confío en que no se trate de hacer uso de la universidad pública como ariete político», ha apuntado el consejero de Ciencias, Universidades e Innovación, Juan Ignacio Pérez
Cinco días ha tardado el Gobierno vasco en responder a la exigencia del rector de la UPV/EHU, Joxerramon Bengoetxea, de elevar un 80% la ... financiación pública de la institución que dirige para evitar su «parálisis». Lo ha hecho el consejero de Ciencias, Universidades e Innovación, Juan Ignacio Pérez. «El lenguaje hiperbólico no va a mejorar la financiación de la Universidad del País Vasco. Tampoco los mensajes apocalípticos a la comunidad universitaria. Una posible subida de, pongamos por caso, un 10%, sería excepcional en la Administración. Una subida de un 50% no es ni siquiera imaginable. Cuando se hace una propuesta de este tenor, el propósito no es el que se declara. Es otro», ha escrito en su blog.
«Se trata quizás de enmascarar la ausencia de un proyecto académico? ¿O de ocultar la incapacidad para ejercer la responsabilidad y tomar decisiones presupuestarias difíciles? Confío en que no se trate de hacer uso de la universidad pública como ariete político», ha añadido el que fuera rector de la universidad entre 2004 y 2009. Pérez apunta también que «cualquier persona que conozca mínimamente cómo funciona la Administración sabe que las variaciones presupuestarias entre dos ejercicios consecutivos casi nunca son de gran magnitud. Por un lado, porque, salvo crisis profunda o circunstancias excepcionales, no se producen grandes variaciones en la recaudación de impuestos de un año para otro. Y por el otro, porque la administración tiene mucha inercia a la hora de introducir variaciones sustanciales en los programas de gasto e inversión. Las cosas no se empiezan de golpe, ni tampoco se liquidan de un plumazo».
En su relato de lo ocurrido la semana pasada, el consejero revela que el pasado lunes, cuando la universidad envió una nota de prensa en la que subrayaba que necesitaba una aportación de 600 millones -la comparecencia de Bengoetxea tendría lugar el miércoles, un día después de hacerse público el proyecto de Presupuestos-, el rector le hizo llegar «un documento en el que se detallan las actuaciones adicionales previstas» -en referencia a 200 millones resultantes de la resta entre lo que pedía el dirigente de la institución y los 400 que aporta el Gobierno vasco-. «Prácticamente ninguna de las propuestas para las que se pide financiación es de contenido académico. Los capítulos realmente importantes se refieren a aumentos de sueldos (100 millones) y obras de infraestructuras (cercanas, quizás, a 100 millones)», explica el consejero.
337 millones de euros
Según el proyecto de Presupuestos, la UPV/EHU recibirá este año un montante de 337 millones de euros, un 6,3% más que el año pasado, cuando se le asignaron 317 millones. Bengoetxea reclamó el pasado miércoles 270 millones más hasta alcanzar los 607 para poder hacer frente a sus necesidades más «perentorias» y lograr un impulso hacia la «excelencia». La cifra reclamada por el actual rector, solo comparable a la asignada a Osakidetza, supondría absorber la práctica totalidad de los 653 millones que tendrá a su disposición la consejería para este año.
El actual rector de la Universidad Pública Vasca destacó tres áreas en las que las carencias presupuestarias que denuncia son especialmente acuciantes. La primera serían unos sueldos poco competitivos para atraer personal docente. Según Bengoetxea, un docente de Bachillerato cobra 2.600 euros netos al mes, bastantes más que los 1.900 que percibe un ayudante doctor que comienza su carrera. «Los salarios distan mucho de los del sector público vasco. No son atractivos para atraer personas formadas y a menudo con experiencia internacional», lamentó.
Las infraestructuras serían la segunda de las áreas «infrafinanciadas». Bengoetxea detalló que la biblioteca central del campus de Leioa tiene goteras desde hace años, que la Facultad de Medicina necesita una remodelación y que hay despachos en todos los campus en los que las temperaturas oscilan entre los 13 y los 35 grados. En último lugar mencionó las carencias en digitalización, lo que obliga, por ejemplo, a procesar «de una a una» las casi 14.000 notas de Selectividad, lo que alarga el proceso y abre la puerta a posibles errores humanos.
Según cuenta hoy este periódico, la aportación pública a la UPV/EHU se sitúa a la cabeza de España, solo por detrás de La Rioja y Navarra. El Gobierno vasco invierte 9.065 euros por estudiante al año, muy por encima de la media de todo el país, que se queda en 6.671 euros. Hasta aquí, en términos absolutos. Si se tiene en cuenta el PIB, la situación es muy otra. Euskadi queda en este caso la cuarta por la cola, solo por delante de Aragón, Cataluña y Castilla-La Mancha. Lo que lastra esta inversión es el alto gasto por alumno, que roza los 9.000 euros, lo que apenas deja margen de maniobra. Entre las razones de estos elevados gastos se encuentran precisamente los salarios, más elevados aquí. La queja de Bengoetxea en este punto hacía referencia al comienzo de la carrera académica. Esa precariedad inicial se compensaría de forma rápida con complementos que pueden superar los 14.000 euros al año. También contribuiría a esta partida de gastos la duplicidad de carreras en castellano y euskera.
A este respecto, Pérez afirma «no es verosímil que una aportación del Gobierno superior a 10.000 euros por estudiante conduzca a una universidad a la parálisis o al colapso por razones económicas. No lo es. De ser así, centenares de universidades europeas se encontrarían al borde del precipicio. Menos aún lo es cuando la universidad en cuestión se encuentra entre las 400 mejores del mundo, o cuando, como acabamos de saber, sigue aumentando el número de personas de su plantel investigador que se encuentran entre el 2% más citado del mundo».
Este choque institucional entre el rector de la universidad y el Gobierno vasco apenas tiene precedentes. Ocurrió un caso similar hace más de 20 años, cuando Manuel Montero estuvo al frente de la UPV/EHU. El historiador, que llegó al cargo en unas elecciones muy cerradas encabezando una plancha constitucionalista, mantuvo un duro enfrentamiento con la consejería de Educación, liderada entonces por Angeles Iztueta (EA). Como resultado de este choque, la institución estuvo cinco años sin aprobar sus cuentas.
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