El Gobierno vasco plantea utilizar espacios municipales en el nuevo curso escolar

Más de 400.000 personas, entre alumnado y profesorado, están pendientes de unas normas que también alcanzan a padres y madres, no menos preocupados por este inicio de curso. Para ellos también habrá 'deberes': se evitará el acceso de las familias a los centros escolares.

El objetivo del documento elaborado por Educación, y al que ha tenido acceso EL CORREO, consiste en que cada centro realice un plan de contingencia según la situación epidemiológica existente en cada momento y que se adapte a los cambios de evolución de la pandemia. Solo el apartado de limitación de contactos en el centro incluye 21 medidas. Algunas, si no novedosas, sí han sido puestas en valor en este texto, como los grupos de convivencia estables en Educación Infantil y hasta el segundo curso de Primaria. Con ello se propone dividir al alumnado en pequeños grupos para que jueguen y socialicen entre sí, siempre en número reducido. Se trata, llegado el caso, de facilitar el rastreo de cualquier positivo.

Uno de los aspectos destacados es la apuesta que hace la consejería de Cristina Uriarte por la asistencia presencial diaria de todos los alumnos, priorizando a los de Educación Infantil y Primaria (hasta segundo curso). Ahora, ya a mediados de agosto, continúa pensando que el nuevo curso ofrecerá la imagen de todos los estudiantes presentes en el centro. Sin embargo, cada medida incluida en este documento tiene una alternativa para el caso de que el escenario se complique.

Así, y si fuera necesario por la evolución epidemiológica o la falta de espacios, el departamento abre la posibilidad a una modalidad mixta (combinación de educación presencial y por internet). Es decir, que parte del alumnado esté presente en el aula y la otra mitad siga la clase por vía telemática, alternándose por días.

La gestión de los espacios será un reto para la directiva de cada centro porque el traje no es común. No obstante, Educación da una serie de indicaciones genéricas, como fomentar las actividades al aire libre, utilizando los patios o parques cercanos al recinto educativo. Se propone compartimentar espacios amplios, como pueden ser comedores o gimnasios para crear aulas más pequeñas.

Preocupa, y mucho, la posible aparición de nuevos brotes. Por eso el alumnado deberá ir al centro con la toma de temperatura ya realizada en casa, y se abstendrán de acudir quienes ofrezcan síntomas de la enfermedad. El colegio, además, deberá tener habilitada una sala para posibilitar el aislamiento de los posibles casos que se detecten. Se exige que este espacio tenga buena ventilación y que disponga de «una papelera de pedal con bolsa, mascarillas e hidrogeles». Capítulo aparte es el de la limpieza y desinfección, que se intensificará con la puesta de largo de un protocolo que indica, por ejemplo, la obligatoriedad de limpiar los aseos hasta tres veces al día.

La comunicación con las familias se realizará mediante teléfono, mail, mensajes o correo ordinario, y se facilitarán las gestiones telemáticas. Los allegados solo podrán entrar al edificio escolar «en caso de necesidad» o indicación del profesorado o del equipo directivo. Unas medidas que pondrán corsé al nuevo curso.