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silvia osorio
Jueves, 21 de abril 2022, 12:40
Después de casi dos años, los colegios de Euskadi recobrarán la plena normalidad tras la vuelta de las vacaciones de Semana Santa. Desde este lunes todo volverá a ser como antes de la pandemia: adiós a las mascarillas en las aulas para profesores y alumnos. También desaparecerán el resto de medidas anticovid, como los grupos burbuja que aún quedaban en algunos niveles. La única excepción serán los autobuses escolares, donde los cubrebocas seguirán siendo obligatorios. Así lo confirmó este jueves el Departamento de Educación, que a diferencia del criterio de otras comunidades, ha optado por seguir a rajatabla el decreto aprobado por el Consejo de Ministros y retirar de inmediato el protector tanto a alumnos como a maestros.
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De hecho, en la última actualización del protocolo sanitario para los centros escolares de la comunidad, el área que dirige Jokin Bildarratz llega a recomendar que todos los estudiantes acudan a clase sin protector. No obstante, el Departamento recuerda que «debe cuidarse y prevenirse estigmatizar» a los niños cuyas familias decidan seguir empleándolo.
La postura vasca se alinea con la estrategia seguida en Cataluña, donde se adelantó la retirada del tapabocas a los escolares un día antes de que se aprobara el decreto. Otras comunidades, como Galicia, se muestran más conservadoras y recomiendan lo contrario: que se use.
Aunque el documento no aporta ninguna razón concreta sobre este matiz, cabe recordar que numerosos expertos han demandado el fin de las mascarillas en los centros educativos para que fluya una mejor comunicación entre maestro y alumnos o entre los menores, además de alertar sobre los efectos negativos de cubrir nariz y boca en el desarrollo emocional y en la capacidad de aprendizaje.
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Silvia Osorio Álvaro Soto
Los niños esperaban con gran entusiasmo poder volver a verse las caras en clase. Aunque desde hace unos meses ya podían jugar sin esta prenda en los recreos, tenían ganas de poder relacionarse sin ataduras. Los docentes, por su parte, podrán impartir clase sin ocultar gestos expresivos que muchas veces resultan esenciales para los chavales. El Ejecutivo autonómico, finalmente, ha descartado obligar o recomendar su uso al colectivo docente, una medida que se había valorado estos días en las reuniones entre Educación y Salud.
En el caso del resto de trabajadores de los centros -limpieza, cocina...- será cada servicio de prevención el que determine la necesidad o no de su uso. Además, se aconseja que lo lleven puesto alumnos o trabajadores vulnerables, así como los casos positivos y personas con síntomas, aunque si presentan fiebre superior a 37 grados se pide que se queden en casa.
Tras la vuelta de las vacaciones de Semana Santa, se suprime también otra de las principales medidas impuestas para luchar contra el Covid-19 en las escuelas, los grupos burbuja, que ya se habían flexibilizado pero aún se mantenían por cursos o ciclos. El protocolo es claro y establece que en todas las etapas de la enseñanza -Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato- los alumnos podrán «interactuar y socializar entre sí».
Asimismo, en los centros de Educación Especial, así como en las Escuelas de Música, los también denominados grupos estables de convivencia quedarán para el recuerdo. Esta medida también queda anulada en las actividades extraescolares, aunque se potenciará que se realicen al aire libre. Por su parte, el protocolo permite celebrar reuniones de claustro o de padres sin ningún tipo de restricción.
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