Familias y docentes exigen concretar ya la materia a estudiar y la forma de evaluar
Se quejan de la «incertidumbre» que mantienen las medidas para el fin de curso anunciadas por los gobiernos vasco y central
Las medidas que han avanzado hasta ahora el Ministerio de Educación y los responsables de la enseñanza en Euskadi para este fin de curso ... no han acabado con la incertidumbre que soporta la comunidad escolar. Agrupaciones de familias, profesores y centros reclaman al Gobierno vasco que concrete ya los contenidos mínimos que deben aprender los alumnos para aprobar y el modo en el que se les va a evaluar.
Hay pocas certezas sobre la forma en la que acabará este curso escolar condicionado por la pandemia. Por ahora se sabe que finalizará en junio y no habrá un aprobado general, aunque las repeticiones serán algo excepcional. La fecha de vuelta a las aulas la marcarán los responsables sanitarios y, si es que finalmente se abren los colegios, en Euskadi se hará de forma progresiva empezando por los alumnos de segundo curso de Bachillerato y cuarto de Secundaria, según adelantó la consejera de Educación, Cristina Uriarte. Hasta ahí los datos que conoce la comunidad escolar.
«Los centros necesitan saber cuanto antes cómo se concreta lo que están anunciando los responsables educativos. Nos hacen falta unas pautas de actuación claras, concisas y realizables», señala Iñigo Salaberria, presidente de la asociación de directores de colegios públicos en Euskadi, Haize. «El Departamento debe fijar los contenidos mínimos que se va a exigir al alumno, para trabajarlos este último trimestre, y el plan de evaluación», añade Salaberria.
El responsable de la agrupación de directores resalta que los aprendizajes que se queden sin completar este curso por las limitaciones de la enseñanza a distancia se reforzarán en el próximo año académico. Para ello, considera que serán necesarios «más recursos materiales y humanos».
Las ikastolas concertadas apuestan por la evaluación continua de los alumnos, pero coinciden en la necesidad de acordar con Educación «el tipo de exámenes que se van a hacer» y los contenidos mínimos para todo el sistema educativo, opina el presidente de la federación que agrupa estos centros, Koldo Tellitu. Tras la Semana Santa habría que contar ya con unas directrices y, de ese modo, «quedaría tiempo para alcanzar los objetivos» del curso.
340.000 alumnos de Infantil a Bachillerato del País Vasco llevan un mes confinados en sus casas, siguiendo las clases online
Familias preocupadas
La inquietud en los hogares crece a medida que pasan los días y continúa el encierro escolar. «Las familias están preocupadas, necesitan saber qué conocimientos se les va a exigir a sus hijos y cómo se les va a evaluar. Va a haber cambios en los programas escolares y es importante que el Departamento informe cuanto antes de cómo va a ser el fin de curso, no solo a los centros, sino también a los padres y madres», señala Lurdes Imaz, responsable de Ehige, la federación de familias de la escuela pública.
Esta agrupación ve con buenos ojos la propuesta del Ministerio de Educación de abrir los colegios en julio para actividades de refuerzo, una opción que el Gobierno vasco ha descartado. «Incluso para ofrecer un servicio de comedor a escolares de entornos desfavorecidos o atender a los hijos de familias que tengan que trabajar en verano», añade. Los padres de la red pública también reclaman que se ponga en marcha el próximo curso programas de apoyo a estudiantes que se hayan quedado rezagados en esta etapa de enseñanza 'on line'.
«Las familias tenemos una gran incertidumbre, los anuncios que hacen los responsables educativos son tan ambiguos que al final no sabemos qué va a pasar. Dicen que no habrá aprobado general, pero ¿qué criterios se utilizarán para determinar que un alumno repita en un curso tan complicado como este? ¿De qué les van a examinar, solo de los dos primeros trimestres o de lo que den en el último?», se pregunta Miriam González, representante de las familias de Kristau Eskola. «Es fundamental continuar las clases hasta junio y no hacer ver que todos los escolares van a pasar de curso para que los estudiantes sigan trabajando desde casa», subraya Víctor Petuya, presidente de Fapae, federación que agrupa a las familias de colegios concertados independientes del País Vasco. Eso sí, la forma de evaluar deberá ser «flexible» y tener en cuenta «las dificultades del último trimestre» por la crisis sanitaria, aclara.
Iñigo Salaberria | Directores de centros públicos
«Los centros necesitan contar cuanto antes con unas directrices claras, concretas y realizables»
Lurdes Imaz | Familias de la Escuela Pública
«Las familias están preocupadas, quieren saber qué tienen que aprender sus hijos y cómo les van a examinar»
Koldo Tellitu | Ikastolas concertadas
«Hay que acordar con Educación unos contenidos mínimos para todo el sistema educativo»
Miriam González | Padres de Kristau Eskola
«Seguimos sin saber qué va a pasar, los anuncios que hace el Ministerio o el Departamento no nos aclaran nada a los padres»
Los sindicatos piden menos alumnos por aula para reforzar el próximo curso
Los sindicatos mayoritarios en la red pública, Steilas, y en la concertada, ELA, coinciden en que el próximo curso «serán necesarios» más recursos, tanto de docentes como materiales, para reforzar los aprendizajes que no se han podido completar este curso y para apoyar a alumnos que se hayan quedado rezagados durante la etapa de la enseñanza. Como una de las principales medidas reclaman una reducción de alumnos por aula. ELA censura que el «retraso» de Educación en la toma de decisiones ante la crisis ha generado «incertidumbre» entre las familias y profesores.
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