Educación formará a 2.000 profesores contra la pornografía
Busca soluciones para intentar mitigar un problema que ha encendido las alarmasde la Administración
La polémica de los chats con menores en los que se distribuía pornografía ha hecho cundir la alarma entre las familias afectadas. «Escuchas que en ... otros lugares hay episodios así, pero nunca imaginas que te pueda tocar de cerca», confesaba una madre a los medios de comunicación. Aquí reside una de las claves. El consumo de porno está ya muy extendido. En Euskadi, la edad media de acceso a este contenido es de 12 años; tres de cada cuatro adolescentes confiesan que toman como referente el cine de adultos para sus propias relaciones sexuales; y casi siete de cada diez lo consumen de forma frecuente. Son datos que se desprenden del estudio '(Des)información sexual: pornografía y adolescencia', elaborado en 2020 por Save the Children.
Ante esta situación, el Departamento de Educación va a ofrecer formación a 2.000 profesores este curso para prevenir el consumo de pornografía entre los menores. La idea es dar a los centros más herramientas, además del material que ya existe sobre educación sexual, para que puedan formar adecuadamente a los alumnos.
El problema preocupa. Las instituciones vascas han puesto esta cuestión en la diana en los mensajes del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se celebró ayer. El lema ha sido 'El porno es una escuela de violencia contra las mujeres', toda vez que casi el 90% de las escenas ponográficas contienen violencia física o verbal contra las mujeres. «La pornografía es un importante caldo de cultivo para las agresiones sexuales», recordaba la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa. En los últimos cinco años, se han más que duplicado las agresiones sexuales cometidas por menores. La Fiscalía señala entre sus causas el consumo de pornografía.
«No podemos dejar la educación sexual de nuestros hijos en manos de la pornografía», advierte el sexólogo y psicólogo clínico José Luis García. Advierte de que los chicos lo consumen mucho más que las chicas, lo que puede entrañar un grave problema a futuro porque «esos chicos les van a imponer las conductas sexuales que a ellos les excitan», muchas de ellas de carácter «vejatorio», «porque es lo que han consumido».
Mensaje a las familias
Aboga por dar formación a familias, profesores y profesionales de la salud para que luego ellos «hagan educación sexual con los más pequeños». Y da un mensaje a los padres: que pierdan la vergüenza a hablar de sexo con sus hijos. «O educan a sus hijos o el porno lo hará por ellos. No hay otra». También lamenta que muchos entreguen una pantalla a sus hijos cuando son muy pequeños para que «no molesten». «No puedo ni ver esas cosas».
«Cuando enseñamos a nuestros hijos a andar en bici, empezamos por un triciclo, luego les ponemos ruedines, les empujamos... ¿Por qué no tenemos interiorizado que debemos acompañar de forma escalonada a nuestros hijos en el uso de la tecnología?», se cuestiona la psicóloga infantil Silvia Álava.
A su juicio, la falta de «una correcta educación afecto-sexual» compete a toda la sociedad, empezando por los colegios, «pero sobre todo a la familia». «Debemos perder el miedo a sentarnos con nuestros hijos y preguntarles qué han visto y enseñarles que no es el mundo real», abunda. Por último, Álava señala también a las grandes tecnológicas. «Tiene una responsabilidad en todo esto», censura.
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