El cierre del primer colegio vasco y los positivos en otros tres elevan la alerta sanitaria

Apenas han estado dos días en las aulas los alumnos en el Centro de Educación Infantil y Primaria de Zaldibar. El lunes se incorporaron al nuevo curso como casi todos los escolares y ayer se vieron obligados a regresar a casa por la suspensión temporal de la actividad educativa al detectarse varios casos de coronavirus entre el profesorado.

Es el primer centro vasco que cierra por la pandemia después del arranque académico, sacudido por otros sobresaltos anteriores. Los positivos se han sucedido en la escuela Zumaldi de Amezketa, la haurreskola de Sondika y el pasado martes en la ikastetxe Bentades de Mungia, aunque en estos centros aún no se habían incorporado los alumnos cuando se conocieron los casos entre algunos de sus trabajadores. Únicamente el profesorado había iniciado en la primera semana de septiembre los trabajos previos para facilitar la incorporación escolar.

En cambio, los 330 alumnos del colegio público de Zaldibar ya habían vuelto el lunes a unas aulas que no pisaban desde el pasado mes de marzo. Un regreso fugaz, tras ver cómo ayer emprendían de nuevo la vuelta a casa en mitad de la semana.

El positivo de varios de los treinta profesores de los que dispone este centro público llevó al Departamento de Educación a decidir ayer la suspensión, activándose el protocolo de Sanidad dispuesto para la ocasión. Las personas infectadas están ya en cuarentena y el Servicio Vasco de Salud-Osakidetza realizará un cribado en el centro. «En base a sus resultados se determinarán las siguientes medidas a adoptar», informó ayer el Gobierno vasco a través de un comunicado hecho público poco después de las dos de la tarde.

El alcalde de Zaldibar, Jose Luis Maiztegi, recibió la comunicación de este cierre a última hora de la mañana. Primero tuvo una llamada desde el Departamento de Salud, que le puso al tanto de la situación, y posteriormente le llamaron de Educación. Al cabo de unos minutos le llegó la orden que formalizaba esta decisión. «Es una medida preventiva, contemplada en el protocolo. No me han dado más detalles», se limitó a comentar el regidor.

El Centro de Educación Infantil y Primaria Zaldibar había habilitado para ese inicio de curso hasta cuatro entradas diferentes al recinto, con un gran despliegue de señales para facilitar tanto el acceso como el tránsito interno del alumnado. Durante julio y agosto se había ampliado una de la salas para el uso del profesorado.

«Han hecho un gran trabajo, pero esta circunstancia ha complicado el inicio de curso», comentó Maiztegi, quien tiene claro que «la mejor prevención es la que lleva a cabo en la calle. Si adecuamos centros docentes y otras dependencias, pero luego no observamos las medidas necesarias en nuestra vida social estamos contribuyendo bien poco a que la cosas mejoren», declaró a este periódico.

El Ayuntamiento de Zaldibar es uno de los municipios que ha facilitado espacio público a este centro para garantizar la distancia interpersonal entre el alumnado, atendiendo la solicitud de colaboración formulada por el Departamento de Educación a Eudel. Una petición en la que se pedía que los consistorios cediesen el uso temporal de recintos o dependencias. En concreto, desde este pasado lunes, el alumnado del colegio público Zaldibar correteaba en el descanso del recreo por el campo de fútbol Salabarria, de hierba artificial.

Los positivos detectados en Zaldibar responden a las pruebas llevadas con motivo del inicio del curso, ajustándose al protocolo elaborado por Salud y Educación y que plantea la necesidad de una «detección precoz de casos y gestión adecuada para limitar y aislar los contactos».

El sistema educativo vasco afronta así un inicio de curso en vilo, con retrasos en las aperturas y posibles cierres a modo de goteo quizás inevitable. Un panorama que eleva la alerta y añade más inquietud a las familias, bastante preocupadas en los días previos. Ya se hacen a la idea de que el desarrollo escolar será este año todo menos tranquilo.