Francisco Villar | Psicólogo experto en la prevención de la conducta suicida
«Los adolescentes son extremadamente sensibles al suicidio entre los 12 y 15 años»Asegura que el primer móvil «de ningún modo» se debe dar antes de los 16 y que la proliferación de pantallas «es lo peor que nos ha pasado»
Francisco Villar es doctor en Psicología por la Universidad Autónoma de Barcelona y experto en prevención de la conducta suicida. Dirige el departamento de Psicología ... del Hospital Sant Joan de Déu y es autor de varios libros sobre bienestar emocional en adolescentes. El sábado impartirá una conferencia en Eibar en el primer encuentro de Altxa Burua, la red de familias vascas que buscan retrasar la edad de acceso de los menores al primer móvil. El momento está marcado por el suicidio de Sandra, la niña de Sevilla de 14 años víctima del acoso escolar, un caso que como «un fracaso social y personal».
– ¿Hay un aumento de intentos de suicidio entre adolescentes?
– Cuando empecé a ocuparme del programa en nuestro hospital en 2013, atendíamos cada año 250 episodios de este tipo en Urgencias. Hace ya tres o cuatro años que llegamos a los 1.000.
– ¿Cree que existe una mayor concienciación en los colegios?
– Sí, en los últimos diez años esto ha cambiado muchísimo. Antes este tema no se podía ni hablar. También es verdad que ha sido una concienciación de la peor de las formas.
– ¿A qué se refiere?
– A que nos lo hemos encontrado. No hay alfombra que tape esta realidad de malestar de los adolescentes. Esto no quita para que haya habido muchos esfuerzos en los colegios y en las familias para que nadie se sienta solo y que ningún padre tenga que sufrir el impacto del suicidio de un hijo. Las comunidades autónomas siguen trabajando para organizar sus protocolos, se está elaborando el plan nacional de prevención del suicidio... A nivel social estamos haciendo cosas importantes.
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– Dice que el problema se ha agudizado en los últimos diez años. ¿Qué ha pasado?
– Que la vida de nuestros adolescentes y niños está siendo mucho peor. La prevención de la conducta suicida no comienza con 15 años, sino en la infancia. Es cuando se desarrollan las herramientas con las que se transita ese momento tan difícil que es la adolescencia y con las que encara la vida adulta. Pero si yo bloqueo esas expresiones como las pataletas con lo que llamamos el chupete digital, dándole un móvil al niño cuando se aburre en el coche, tienen menos oportunidades de trabajar la gestión emocional. Luego no podemos sorprendernos de que los chavales estén más irregulados ahora de lo que estaban anteriormente.
– O sea que identifica el auge de la crisis de salud mental con la proliferación de móviles.
– Es lo peor que nos ha pasado. ¿La causa del suicidio son las pantallas? No. ¿Son la causa del incremento? Sí. Por una cuestión.
– ¿Cuál?
– Les hemos robado a nuestros niños las oportunidades de adquirir habilidades que luego es muy difícil que te las expliquen porque forman parte del proceso madurativo. Y a eso hay que sumar las nuevas formas de sufrimiento a las que están expuestos.
– ¿Se refiere al ciberacoso?
– No sólo. Los chavales están expuestos a situaciones de absoluta violencia a base de vídeos en los que se humilla a gente. Tienen menos oportunidades para relacionarse cara a cara y desarrollar la empatía. En los datos de la Fiscalía vemos cómo se han incrementado los abusos sexuales entre menores. De algún sitio vendrá, ¿no? Imitan lo que ven, tienen menos capacidad empática y, por tanto, llegan más lejos en las actuaciones de crueldad.
– Familias como las de Altxa Burua han dicho basta.
– Las familias, las sociedades médicas, las escuelas, y los políticos. Hay una propuesta para elevar la edad de acceso a las redes sociales de 14 a 16 años, que es mucho más razonable. No podemos seguir poniendo medidas de mejora de la gestión emocional cuando estamos vaciando a nuestros hijos de habilidades para ello. Lo primero es no estropearlos.
«Nos han engañado»
– ¿Eso no es ponerle puertas al campo? Es fácil que un adolescente se abra una cuenta en redes aunque lo tenga prohibido.
– No, es súper difícil. La única manera que tienen es con la colaboración de los padres. La solución es facilísima: no regalarles un dispositivo. ¿Qué va a hacer el chaval, ir al ordenador de la biblioteca pública para ver porno?
– ¿Retrasar la edad de acceso al móvil no puede generar que los chavales se sientan excluidos si sus compañeros ya lo tienen?
– Ese es uno de esos eslóganes que nos tratan de colar. El último estudio en España dice que los sentimientos de soledad no deseada de las personas que se relacionan con su entorno por vía digital en vez de en persona se multiplican por cuatro. Nos han engañado para que compremos teléfonos a nuestros hijos. Pero las asociaciones de pediatría nos están pidiendo por favor que no les demos el móvil tan pronto.
– ¿Hay una edad recomendada a la que dar el primer móvil?
– Los adolescentes son extremadamente sensibles a la conducta suicida entre los 12 y los 15 años. A partir de los 16 o 17 comienza a disminuir. Por tanto, antes de los 16, de ninguna manera. No estamos demonizando el mundo digital ni las tecnologías, de la misma manera que tampoco demonizamos la democracia o el coche por no dejarles votar y conducir hasta los 18. Se pueden explicar los riesgos de ese mundo sin tener un dispositivo en propiedad.
– En un caso de 'bullying', ¿cuáles son las señales de alarma?
– Una puede ser cuando nuestro hijo nos dice que a un niño le gusta estar solo. Todos sabemos cuáles son sus compañeros con más dificultades para relacionarse. Si un niño acaba Primaria sin haber sido invitado a una fiesta de cumpleaños es algo que nos tendría que chocar, y ahí podemos actuar como padres.
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