Las disculpas del influencer vasco investigado por sus acrobacias en el cargadero de Castro: «No sabía que estaba protegido»
«Mi intención no era crear controversia. Simplemente quería mostrar al mundo la realización de un sueño personal», explica
El influencer vasco investigado por hacer acrobacias y lanzarse al agua desde un cargadero protegido de Castro Urdiales ha roto su silencio. Gonzalo, según se hace llamar en su perfil de Instagram @gonskibomb, ha pedido «disculpas de corazón a todas las personas que puedan haberse sentido ofendidas por alguno de mis videos». Asegura que «desconocía totalmente que se trataba de un lugar protegido y, de haberlo sabido, no lo habría hecho bajo ningún concepto». «Mi intención no era crear controversia. Simplemente quería mostrar al mundo la realización de un sueño personal», argumenta este creador de contenido, que comparte habitualmente su experiencia en los deportes de riesgo y su rutina como monitor de esquí.
«Llevo prácticamente media vida practicando saltos al mar, en la nieve, en la montaña, escalada y siempre buscando nuevos retos para superarme y mejorar en mi práctica deportiva». Lo que no se esperaba era el revuelo por su último vídeo, en el que se le ve montar un columpio de «veinte metros» en el cargadero de mineral de Dícido para impulsarse hasta el mar realizando un triple salto mortal en el aire. Se trata de un Bien de Interés Cultural en plena restauración.
«La idea que aparece en uno de mis vídeos : hacer un trapecio para saltar al mar,me rondaba en la cabeza desde hace muchos años. La habla intentado poner en práctica en diferentes lugares, como acantilados o montañas, creando mis propios rápeles, pero nunca había encontrado un sitio que considerara perfecto para ello», cuenta. Fue después cuando descubrió este lugar que «reunía las condiciones ideales». «Tras mucho tiempo visualizando la idea y viéndola solo como un proyecto personal, un día se dieron las circunstancias para llevarla a cabo y me lancé en el trapecio que siempre había soñado. Pensé que, si algo salía mal, el riesgo seria para mí», esgrime.
Eso sí, asegura que le resulta «difícil comprender que se ponga tanto foco y se genere tanto odio por una acción que no ha provocado daño alguno ni se ha hecho con maldad». «Esta fue una iniciativa nacida desde la inocencia y la ilusión, no desde la intención de transgredir o perjudicar». «Entiendo que lo que he hecho pueda considerarse una locura, pero realizar acciones extremas es siempre una decisión personal y consciente. El hecho de que yo lo lleve a cabo no significa que de repente todo el mundo vaya a imitarlo: como en cualquier disciplina de riesgo, cada persona es responsable de evaluar sus capacidades y asumir sus propias decisiones», avisa.
El influencer vasco asegura que ha sacado «una lección muy clara». «Antes de llevar a cabo cualquier acción en un lugar, por más inofensiva que pueda parecer, debo informarme bien sobre dónde estoy y qué normativas lo protegen. Conocer el contexto no solo evita malentendidos y problemas legales, sino que también asegura que mis retos y aventuras se desarrollen siempre con respeto hacia el entorno y el patrimonio», finaliza.
La alcaldesa de Castro Urdiales, Susana Herrán, ha tachado de «irresponsabilidad» la actuación y cree que tendrá que el joven vasco tendrá que responder por ella «porque está prohibido el acceso a este Bien de Interés Cultural, ya que no ha finalizado su restauración». Aunque se desconoce el día exacto en el que fue grabada la escena, la alcaldesa de Castro Urdiales, Susana Herrán, recibió el vídeo por parte de un concejal del Ayuntamiento el pasado martes 5 de agosto. Sin dudarlo un segundo, se lo remitió tanto al jefe accidental de la Policía Local de Castro como al sargento de la Guardia Civil para que tuvieran conocimiento de los hechos y practicaran las correspondientes pesquisas, al objeto de identificar al protagonista de la escena e imponerle la sanción pertinente.