El dinero sí da la felicidad en Euskadi, según un estudio del Eustat
La Encuesta de Bienestar Personal arroja importantes diferencias en el estado de ánimo y en la percepción de la satistacción con la vida en función de la clase social
El refranero popular contiene infinitas referencias a la alegría: desde que va por barrios hasta que el dinero no da la felicidad. Sin embargo, el ... Instituto Vasco de Estadística acaba de desmentir esta última. La Encuesta de Bienestar Personal, publicada este miércoles, revela que la satisfacción con la vida, como muchos sospechaban, no es la misma en todos los estratos sociales.
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En general, los vascos puntúan con un notable este apartado, con un 7,5, pero la diferencia entre quienes pertenecen a una clase social alta y los que están en la más baja es abismal. Los primeros, los que llevan una existencia más acomodada, anotan un 8,1 a la satisfacción con su vida; los segundos, un 6,7.
7,5 puntos de satisfacción con la vida
Las personas de clase alta la valoran con un 8,1 y las de clase baja, con un 6,7.
6,2 nota del estado de ánimo
Los estratos sociales altos puntúan con un 6,39 y los bajos, con un 5,85.
Los participantes en la prospección del Eustat también se han tenido que poner ante el espejo y contestar si creen que, lo que hacen en su día a día, su vida, merece la pena. En este caso, los que tienen unos ingresos elevados dan una nota de 8,2, un punto más que los que menos tienen.
Hablábamos de la felicidad, pero en esta, además de la satisfacción con lo que nos rodea y con lo que ofrece uno mismo, debe tenerse en cuenta el estado de ánimo. Y ese no es tan bueno como los otros dos indicadores. Además, va ligeramente a la baja. En 2022, ejercicio al que hace referencia este análisis, se situó en un 6,2. En 2017 era de una décima más. La salud es lo que más afecta, ya que quienes consideran que la tienen mala puntúan con un 4,9 y quienes la estiman buena, con un 6,6. Pero también la clase. Los que son de un estrato social bajo están en un 5,85 y los que se sitúan en un nivel más alto, de 6,39.
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¿Y están contentos los vascos con su economía doméstica? Pues también depende de la percepción que tengan de ella. Los que consideran que tienen una situación buena puntúan sus cuentas con un 7,43, mientras que los que la tildan de mala lo hacen con un 5,28.
A más estudios, más satisfacción
Además de los ingresos –los que superan los 2.500 euros netos mensuales están más de medio punto más animados (6,39) que quienes ganan menos de 1.000 (5,8)–, el órgano estadístico desagrega la información por el nivel de formación. Las personas con estudios superiores están más satisfechos con la vida, valoran mejor la suya, tienen mejores relaciones personales y un estado de ánimo más alto que quienes no han ido más allá de los estudios primarios. Sin embargo, estas personas están más contentas con su tiempo de ocio, con su vivienda y con su entorno.
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La información del Eustat también permite acercarse a las diferencias entre un territorio y otro. Los más satisfechos con la vida son los guipuzcoanos (7,51), aunque la diferencia es prácticamente mínima tanto con los vizcaínos como con los alaveses, que en ambos casos puntúan con un 7,45. Los hombres también ofrecen una visión ligeramente mejor, de 7,51 frente al 7,43 de las mujeres.
Por edades, los más satisfechos son los vascos de entre 16 y 24 años y los que tienen entre 35 y 49, que coinciden al ofrecer una nota de 7,57. Uno de los mayores saltos se da, en cualquier caso, entre quienes están trabajando y quienes están en el paro: la satisfacción de los primeros alcanza el 7,63 y la de los segundos, el 6,74.
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