«La elección era jubilación o despido: no me dejaron otra»
Día internacional de las Personas Mayores ·
El presidente de los jubilados y pensionistas vizcaínos pide que «dejen de llamarnos viejos» y valorar su papel «dentro de las familias»Trabajó 42 años de ingeniero informático. Landaluce reclama en el Día Internacional de las Personas Mayores un mayor «respeto» para el colectivo.
- ¿Cuántos años ... tiene?
- 69.
- ¿Se siente mayor?
- Pues no. Ja, ja.
- ¿Se imaginaba así la jubilación?
- No tenía muy claro lo que iba a hacer. En primera instancia pensé en realizar las actividades que hice, de puro relax y placer, como pescar. Luego también aprendí a jugar a golf. Salí una vez a un campo grande. Una y nada más. No he vuelto a jugar.
- ¿Por qué?
- Me dediqué al voluntariado de mayores.
- ¿Cuánto tiempo lleva jubilado?
- Desde los 61.
- ¿Cuándo le tocó?
- Me jubilé cuando me obligaron a jubilarme. Trabajaba en una multinacional. La elección era jubilarme o despedirme. No me dejaron otra. Y, con edades tan avanzadas, que te vuelvan a contratar es muy complicado. Así que me jubilé con el correspondiente descuento por cada año anterior a los 65 y... aquí estamos.
- ¿Echa en falta la actividad laboral?
- No. Aquí casi meto más horas que cuando estaba en activo.
- ¿Sentirse útil es clave?
- Hombre casi es imprescindible. No valgo para estar parado.
«La atención presencial es necesaria en Osakidetza, los bancos... Los políticos no piensan en ello»
- ¿Añora los años jóvenes?
- Un poco. Añoro la fortaleza física, la elasticidad, la agilidad... Todo eso ha quedado un poco atrás. Sin embargo, mentalmente, aunque no se puede decir que esto vaya a durar, estoy mejor que antes.
- ¿Aspira a que los jubilados dejen de ser invisibles?
- Y nos resistimos también a dejar de existir casi como ciudadanos. Es el concepto del edadismo.
- ¿A qué se refiere?
- Da la sensación de que todos los jubilados somos ya centenarios. Empiezan llamándonos viejos y acabamos con que cualquier imagen que se pone para reflejar a los mayores es la de una persona con cachava y doblada.
«Mal camino llevamos»
- Y por ahí no pasa.
- Eso ha cambiado muchísimo. La esperanza de edad media está en los ochenta y tantos años y se está aspirando a llegar a los 100. Si empieza a haber recortes sanitarios con estas expectativas de vida, mal camino llevamos.
- El Gobierno les prepara una importante subida de las pensiones para el próximo año.
- Ya el año pasado fue buena y este nos va a venir muy bien, especialmente a los que menos cobran, sobre todo por la alta inflación, que no hay manera de controlarla.
- Muchos pensionistas vizcaínos tienen enormes dificultades para llegar a finales de mes.
- En Bizkaia la pensión media es quizás la más alta de España, pero hay otra mucha gente que llega al mínimo gracias al complemento que percibe. Según está la vida, 783 euros no dan para nada, salvo que tengas todo pagado o alguien te abone la luz y el agua.
- ¿Se merecen más atención?
- No cabe duda, tanto los que vivimos todavía en nuestra casa como, sobre todo, los que están en residencias.
- ¿Usted cuánto cobra?
- No lo sé exactamente, pero un 24% menos de lo que me correspondería al jubilarme cuatro años antes obligado.
- ¿Comprenden que haya gente que demonice a los jubilados por el cobro de pensiones altas?
- Lo entiendo porque cuando se malmete, como suele suceder con esta historia, hay quienes creen que cobramos no sé cuánto y que no le pegamos un palo al agua. Y no. Cobramos no sé cuánto porque hemos cotizado mucho durante muchísimos años. Bastantes, además, seguimos trabajando.
- ¿En qué?
- Tenemos nietos y les cuidamos cuando no queda más remedio. Hay que poner en valor todo lo que hacemos dentro de las familias. Hay que recompensar esto. ¿Cómo? Mejorando las pensiones.
- ¿Son los paganos de la falta de conciliación laboral?
- Efectivamente. Esta semana me llamó uno de los hijos para decirme que el nieto mayor se había puesto malo y a ver si le podíamos recoger.
«Gastamos mucho»
- Sin embargo, son codiciados por su capacidad de consumo.
- Evidentemente, los que tenemos la suerte de disfrutar de pensiones por encima de la media, de 1.300 y 1.400 para arriba... Tal y como están las cosas, joder, somos un colectivo que gastamos mucho. Durante el día, cuando todo el mundo trabaja, somos nosotros quienes llenamos bares, terrazas y comercios de todo tipo.
- Lástima que la brecha digital deje fuera de juego a tanta gente.
- Tenemos un programa llamado 'amigabilidad digital' para adquirir nivel suficiente. Con todo lo que nos piden ahora en Osakidetza, en los bancos... Pretender que los mayores de 65 años se sepan manejar en un ámbito en continuo cambio... (Landaluce se malhumora) Es que se piensa muy poco en cómo es la salud a partir de esta edad. Yo soy un exingeniero informático, trabajé 42 años y lo que estudié no tiene nada que ver con lo de hoy en día.
- ¿Qué plantea?
- Nuestros políticos no piensan en que todos vamos a ser mayores. La atención presencial es imprescindible. Necesitamos que nos atiendan. Joder, tenemos el dinero en el banco porque nos han obligado a tenerlo ahí y ahora resulta que solo puedes ir a una hora determinada. Te miran con mala cara, te obligan a usar el cajero... ¡a eso no hay derecho! ¿Vamos a tener que ir también al médico de cabecera a 5 kilómetros de casa? Dan pasos sin sentido.
- ¿Se sienten menospreciados?
- Aunque no lo reconozcan, las residencias son un sitio al que te llevan para que te mueras.
- ¿Hay que empoderar la tercera edad?
- ¡Por supuesto!
- Más allá de pensiones, ¿la soledad es su principal inquietud?
- La primera de las grandes preocupaciones es detectarla. Hay que detectar a las personas cuando llevan días sin salir a la calle. No es lo mismo vivir en un edificio con o sin ascensor. Si tienes problemas físicos o psíquicos y vives en un sexto piso, lo más probable es que dejes de salir a la calle para saber que vives.
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«Tercera edad es la que pasa de 85 años, los demás somos 'juveniles'»
A Landaluce no le gusta nada el edadismo, término referido a cómo se actúa, se siente y se piensa en una persona en función de su edad.
- ¿Habría que erradicarlo?
- Pues sí. Se nos tiene que poner en valor y dejar de llamarnos viejos. Suelo decir que hasta los 70 años somos juveniles. Los de 80 u 85 podrían ser 'sub 21' y luego están los de 'primera división', que es la gente que verdaderamente se puede considerar tercera edad. Ahora los de sesenta y tantos, y setenta y tantos incluso, no tenemos el aspecto que tenían los mayores en la época de los 60.
- ¿Cómo le gustaría que les percibiera la sociedad?
- Como una parte totalmente integrada en la vida que dedicamos nuestro tiempo a ayudar en la familia y fuera de casa en lo que se puede. Y, por supuesto, a a disfrutar de lo que nos ofrece el Imserso y la vida. Tenemos dinero para poder dedicarlo al ocio y la cultura.
- Seria interesante que la Diputación recuperase el programa Adineko.
- Ayudararíamos así a mantener los hoteles abiertos y los puestos de trabajo activos. Como ve, seguimos colaborando en todos los sitios.
- ¿Encaran el sexo como un tema tabú?
- Pues la verdad es que no se habla mucho, excepto entre hombres. Parece que es algo que con los años se va abandonando.
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