«El descuento en el transporte público provocará cambios de comportamiento»
La responsable del programa de Naciones Unidades ve necesarias medidas como ésta para luchar contra las crisis económica y climática
Carmen Sánchez-Miranda ha gestionado multitud de programas de desarrollo y cooperación internacional en más de dos décadas de experiencia. Ahora transmite su conocimiento a ... alumnos de varias universidades españolas. La directora ejecutiva de ONU-Habitat en España sabe muy bien que sumando muchas pequeñas cosas se logran grandes resultados. Eso cree que pasará con medidas como los descuentos en el transporte público. Son buenas para el bolsillo y para el medio ambiente, que agoniza ante los efectos catastróficos que ya provoca el cambio climático. Considera «necesarias y urgentes muchas acciones» similares, «porque nos queda muy poco tiempo para arreglar el estropicio que le hemos hecho al mundo».
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- ¿Está bien entonces mantener las subvenciones al billete en el transporte público?
- Es un 'win-win' para todos. La medida se tomó para aliviar la economía familiar y ahora resulta que la gente no solo usa más el transporte público, sino que se ha dado cuenta de que funciona bien, es accesible, cómodo, asequible...
- ¡Y bien que lo agradece la preocupante salud del planeta!
- ¡Sin duda! Hay menos consumo energético al quedarse el coche privado más en casa y menos contaminación.
- La medida estaba planeada originalmente hasta fin de año. En los servicios públicos nacionales se ha prorrogado a 2023, pero los vascos...
- Todavía su carácter es muy temporal y hay que ver cuánto se mantiene y cómo evoluciona, pero provocará cambios de comportamiento a medio plazo.
- En Bilbao, solo en octubre el metro aumentó un 12% el número de usuarios y el tren de Renfe, un 49%.
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- Puede ser una de las grandes acciones transformadoras que se necesitan; disruptiva, pero capaz de cambiar la mentalidad del político, que es quien toma las decisiones. Y tiene que tomarlas ya, porque necesitamos cambios muy rápidos.
- La ONU remarca la importancia de la ciudad en la lucha contra el cambio climático.
- Es que las ciudades son las que más gases invernadero emiten, consumen casi el 80% de la energía global, producen más del 60% de los residuos... También son las que más duramente sufren las olas de calor, las sequías o las inundaciones en urbes costeras. Todo lo que se haga en ellas es transcendente porque están al frente de la lucha contra el cambio climático. Igual que lo estuvieron contra la crisis sanitaria.
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«La pandemia ha frenado los avances mundiales para reducir la pobreza; la brecha es cada vez más visible en las ciudades»
Desigualdad
- ¿Qué le pareció más sangrante de la pandemia en las urbes?
- Sacó a la luz desigualdades que muchos pensaban que ya sólo se daban en el Tercer Mundo. Familias de tres y cuatro hijos viviendo en una habitación, gente que no tenía dónde ir a pasear...
- También mostró lo mejor de nuestra creatividad.
- Nos obligó a ser innovadores con las soluciones que dábamos a los problemas. Como cerrar una calle para que la gente pudiera pasear sin aglomeraciones.
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- Un tramo de la Gran Vía bilbaína ahora se peatonaliza los domingos por la mañana.
- Es genial que algo temporal se convierta en fijo porque vemos que es bueno para la ciudadanía. En Barcelona también está pasando en varias zonas. Lo malo es que no parece ser la tónica general.
«El planeta no aguanta»
- ¿A qué se refiere?
- El gran reto que tenemos ahora es que no se olvide lo bueno de esas enseñanzas y aprendizajes, como por desgracia veo que empieza a pasar. Lo que está claro es que ya no se puede volver a la vieja normalidad. El planeta no lo aguanta. El modelo antiguo se basaba en consumos excesivos de energía y recursos, en mucha movilidad en transporte privado. Ese es un sistema insostenible.
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- En este aplicar lo aprendido, ¿la ciudad vuelve a ser el centro?
- Es que la pandemia no solo ha echado al traste los avances mundiales para reducir la pobreza de los últimos cuatro años, sino que tememos que los datos empeoren con la crisis económica. Esta brecha de desigualdad es más visible en la gran urbe. Cada vez hay más espacios gentrificados y en función del barrio donde nazcas puede verse condicionado tu futuro, tu acceso a la educación, el trabajo, incluso la esperanza de vida. En ciudades españolas hay hasta seis años de diferencia entre un barrio rico y uno pobre.
- ¿Estamos preparados para responder a tantas crisis seguidas?
- Lo que veo claro es que están interconectadas y las soluciones también lo deben ser. Medidas para la crisis sanitaria pueden ayudar contra el cambio climático y mejorar la actividad económica. Debemos tener una mirada mucho más integral e innovadora que nos ayude a trabajar de otro modo.
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- ¿Cómo se pueden reducir esas diferencias?
- Con políticas decididas de todo tipo. Entre ellas destacaría, claro, las urbanísticas, que ayudan mucho a coser esas brechas. Garantizan la convivencia entre niveles sociales, por ejemplo.
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