El Gobierno vasco alerta del avance de «las posiciones de ultraderecha» entre los jóvenes
La percepción de que hay «demasiados extranjeros» se triplica por debajo de los 30 años»
La gestión de la diversidad, la igualdad o la inmigración son materias en las que llevan años volcadas las instituciones. Pero las campañas de sensibilización ... no están teniendo la respuesta deseada al menos en un colectivo concreto, el de los jóvenes. Lo constata un nuevo diagnóstico presentado ayer que arroja un titular que el Gobierno cree preocupante: uno de cada cuatro menores de 30 cree que hay «demasiados extranjeros» viviendo en Euskadi. El Ejecutivo PNV-PSE observa en este escenario un «riesgo» de «incremento de posiciones de ultraderecha» entre los jóvenes, especialmente en los varones de entre 15 y 19 años.
El estudio lo difundió ayer la consejería de Nerea Melgosa (PNV) en plena confrontación entre el Gobierno de Imanol Pradales y el Ejecutivo central por el reparto de menores no acompañados, y también unos días después de que la Diputación de Bizkaia decretara una situación de «excepcionalidad» por la llegada masiva de menas, que ha llevado los centros forales a albergar a 200 chavales más de las plazas disponibles. En este contexto, el mensaje del diagnóstico refuerza las declaraciones de los últimos días de diferentes cargos del PNV –el lehendakari Pradales se sumó a ellas ayer– que han puesto este asunto en el foco público vasco.
Con todo, ese 26,3% de jóvenes vascos que considera que hay demasiados extranjeros no es el porcentaje más alto de la serie. Fue mayor en 2012, en plena crisis económica, cuando pensaban así el 44,6% de los chavales vascos. Pero sí multiplica casi por tres a quienes tenían esa percepción en 2020, año de restricciones a la movilidad y en el que apenas un 9,1% de los jóvenes vascos creían que había muchos migrantes. En la percepción puede influir, también, el hecho de que en el grupo de edad de 15 a 29 años sea en el que mayor proporción de personas migrantes hay. Un 15,4% de los jóvenes residentes en el País Vasco tiene otra nacionalidad frente al 9,3% de la tasa general. Es, además, «el mayor porcentaje» de los últimos años.
El Observatorio Vasco de la Juventud, organismo que ha elaborado el análisis, puntualiza en cualquier caso que «el volumen de personas extranjeras» que los jóvenes estiman que residen en Euskadi «es superior al real», en torno a seis puntos más. El problema de esto, advierten, es que esas percepciones «pueden alimentar discursos y actitudes racistas o xenófobos».
La consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico, Nerea Melgosa, subrayó ayer que «la juventud no es homogénea», y que esas consideraciones varían en función de la edad y del sexo. Las mujeres, en ese sentido, se muestran más abiertas a la inmigración que los varones. El 21,6% de las vascas jóvenes también creen que hay «demasiadas» personas de origen extranjero, pero los chicos que piensan así ascienden al 30,7%. Ellas también son más partidarias de facilitar al máximo la entrada de migrantes (46,2% frente a 32,6%).
También se muestran más abiertas las féminas a otros colectivos y más alejadas, en palabras de Melgosa, de «lo que llaman la fachosfera». Y es que ese «riesgo» de que el discurso de la extrema derecha cale entre las nuevas generaciones al que alude el documento no se circunscribe a las migraciones; se percibe en diferentes ámbitos, y sobre todo entre los varones de menor edad, los que no han llegado a la veintena.
Las chicas, igual que en el caso de la llegada de migrantes, se posicionan en mayor medida a favor del matrimonio homosexual (95% frente a 89,3% de los chicos); del cambio de sexo registral (64,3% y 52,1%); de las interrupciones voluntarias del embarazo (93,7% frente a 85,5%); y de la eutanasia (92,8% frente a 89,1%). El colectivo de 15 a 19 años presenta, además, tasas más bajas que la de la juventud en general, en la que se han producido algunos ligeros retrocesos desde 2020. Desde entonces, ha disminuido tres puntos el apoyo al aborto libre y voluntario y cinco puntos el acuerdo con las bodas entre personas del mismo sexo.
Insultar, menos inadmisible
En otro de los ámbitos en el que también se aprecian diferencias entre chicos y chicas es el de la desigualdad. «Las mujeres nos posicionamos mucho más en defensa del feminismo», insistió Melgosa. Es, prosiguió, casi una cuestión de «supervivencia». Sí se ve en toda la juventud vasca, independientemente del sexo, que algunos mensajes han calado, ya que tanto chicos como chicas consideran en porcentajes superiores al 90% «muy grave» agredir físicamente u obligar a mantener relaciones sexuales a su pareja.
Sin embargo, al preguntar por otras cuestiones, el acuerdo no es tan amplio. Mientras que al 73% de las mujeres les parece inadmisible insultar, en el caso de los chicos lo ven así apenas un 57,8%. Algo similar sucede con controlar el aspecto, la ropa o las amistades, muy grave para el 83% de las jóvenes y para el 66% de los varones. «En las redes hay determinados algoritmos yendo directamente a por los chavales jóvenes, a por los críos, y haciendo una publicidad horrible y fraudulenta sobre el sistema democrático», lamentó la consejera, que aludió a «determinados discursos» como el negacionista de la violencia machista «para captar votantes».
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