Uno de cada cuatro alumnos vascos pasa a segundo de Bachillerato con suspensos

Los suspensos en primero de Bachillerato ha adquirido una mayor relevancia con el proyecto del Gobierno del PSOE de reforma de la Lomce, que plantea permitir a los alumnos matricularse solo de las asignaturas pendientes en lugar de tener que volver a cursar el año académico completo. En Euskadi cerca de nueve de cada cien estudiantes no superan el curso inicial de Bachiller, además de ese 26% que pasa con materias pendientes. La asignatura que más se les atraganta entre las comunes y obligatorias es la de Matemáticas y la que mejor se les da a los estudiantes es el Euskera, con un 91% de aptos, según el último estudio del Consejo Escolar de Euskadi.

El Bachillerato es, además, una etapa educativa que marca en mayor medida el futuro académico de los adolescentes. Es en la que se toman las decisiones más importantes sobre la opción de la Formación Profesional o la Universidad y en la que un suspenso puede resultar más dramático porque deja al alumno sin la posibilidad de hacer la Selectividad y retrasa el inicio de los estudios superiores. En Euskadi el 88% de los estudiantes supera el segundo año y logra el título de Bachillerato.

La reforma de la Lomce que prepara el Gobierno central pone el acento en estos dos cursos previos a la Universidad por su carácter de etapa estratégica en la vida académica del alumno, y busca como principal objetivo reducir las repeticiones y dar más facilidades a los estudiantes. El proyecto del ministerio que dirige Isabel Celaá plantea -además de la posibilidad de cursar solo las materias que no se han aprobado en primero-, que se pueda obtener el título con un suspenso -ahora hay que aprobar todas las materias-.

Esta modificación de la Lomce va más allá de la propia LOE del PSOE, que establecía expresamente que sólo se podía conceder el título de Bachillerato con todas las materias superadas. También la Lomce del PP mantenía ese criterio. Ahora se va a contemplar por primera vez «la posibilidad de obtención» de este certificado «por compensación»; es decir, «cuando la Junta de Evaluación del centro considere que el alumno ha adquirido a través de otras asignaturas todas las habilidades exigidas será aprobado, pese a su suspenso», detalla el proyecto de reforma de la Lomce.

El objetivo del Ejecutivo socialista es «restringir las repeticiones al máximo», y que «nadie se quede atrás, que no se salga del sistema sin una titulación porque es condenarlas a un empleo no digno toda su vida», argumenta la ministra. Celaá incide en el daño que hacen las repeticiones «en la autoestima» de un joven para defender su propuesta.

La posibilidad de obtener el título con algún suspenso ya existe en la etapa de Secundaria. En cuarto curso de la ESO logra el graduado sin aprobar todas las asignaturas cerca de un 27% de escolares -no sacan el título ocho de cada cien-, porcentajes muy similares a los de Bachillerato. «Es un número importante de alumnos porque el equipo docente entiende que, con medidas de refuerzo, puede seguir sus estudios o porque no puede repetir al haberlo hecho ya dos veces en esa etapa», detalla el Consejo Escolar.

La materia que más suspenden los estudiantes del último curso de Secundaria -en el que obtienen el título de graduado- son también las Matemáticas, junto con Lengua Extranjera, Física y Química. Sobresalen en Biología y Geología e Historia y Geografía.