EL CORREO premia a la sanidad vasca

«Vivimos en un país donde disfrutamos de un buen sistema sanitario y científico, que es posible gracias a profesionales como los que hoy reconocemos», dijo el subdirector de EL CORREO Óscar Villasante en la entrega, celebrada en los locales del periódico en Bolueta. El acto contó con la participación de representantes de las tres instituciones que colaboran con el programa. Por la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao acudieron su presidente, Ricardo Franco y su antecesor, el facultativo Juan Goiria, especialista en medicina del Trabajo, que contribuyó al nacimiento del proyecto; por la Facultad de Medicina y Enfermería, asistió su decano, Joseba Pineda; y por la agencia de comunicación Docor, su director, Álvaro Ortega.

«Cuando te dicen que vas a recibir un reconocimiento así, inmediatamente te vienen a la cabeza cinco o seis nombres de personas a las que consideras más merecedoras que tú. Pero luego, pensándolo bien, dices ‘¡Caramba! Si me lo dan a mí, por algo será», bromeó Félix Goñi al recibir el premio de ‘Medicina y Ciencia’.

Su investigación, según destacó Oscar Villasante, se centra en las interacciones moleculares de las membranas celulares, que son una película fina de proteínas y grasas que rodea las células, como si fuera un especie de piel. El grupo de Goñi busca respuestas a cuestiones como la manera en que los virus, caso del de la gripe o el del sida, atraviesan esa membrana y son capaces de infectar el corazón de una célula. Encontrar respuestas a algo así abriría las puertas a nuevos tratamientos, incluso vacunas, contra las enfermedades que más castigan a la población mundial. Con un extenso currículo y una larga lista de reconocimientos internacionales, Goñi ha publicado seis libros y 305 artículos, es coautor de tres patentes, y fue promotor y director de la Unidad de Biofísica de la UPV-EHU y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Zulaika recibió el premio a la ‘Gestión Sanitaria’ de Ricardo Franco. «El VIH también trajo cosas buenas», dijo el exdirector del Plan del Sida, jubilado el pasado enero. «Entendimos que el heroinómano no era un delincuente y comenzamos a hablar de sexualidad con normalidad».

A Ana González Pinto, jefa de servicio de Investigación en Psiquiatría de Osakidetza y presidente la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, le entregó su galardón Joseba Pineda. La lucha contra el consumo enfermizo de cannabis se ha convertido en la cruzada profesional de la especialista, por su implicación en la aparición de trastornos psiquiátricos graves. «Este es un premio especial para todo el equipo de Psiquiatría del Hospital Universitario de Álava, al que pertenezco», afirmó. Álvaro Ortega destacó de Enrique Ordieres su labor al frente de la farmacia familiar, el Colegio de Farma- céuticos de Bizkaia y el Consejo de Farmacia del País Vasco, que le llevaron a la presidencia de Cinfa, «empujado en parte por los grandes valores humanos que sé que guían su trabajo».

Se puede ser un número uno ¡y vivir sin teléfono móvil!

- ¿De que siente más orgullo?

- De la gente que he formado, científicos y no científicos.

- ¿Algún nombre conocido?

- Sí, el exdirector del Centro Nacional de Biotecnología, José María Valpuesta; el director científico de la fundación Biofísica Bizkaia, José Luis Nieva, Alicia Alonso, que presidió de la Sociedad Española de Biofísica... Unos cuantos.

- La Unidad de Biofísica de la UPV también es motivo de orgullo.

- Francamente, sí.

- ¿Cómo se puede ser Félix Goñi y vivir sin móvil?

- Una cosa lleva a la otra. El móvil no me permitiría hacer las cosas que hago.

- ¿Se vive sin móvil?

- Es de ese tipo de progresos que yo llamo atrasos. Me obliga a trabajar en cosas que no me interesan para nada.

- ¿Cómo ve la ciencia vasca?

- Hemos vivido tiempos mejores.

- Un investigador decía hace unos días que no está tan mal, que despegó hace sólo 15 años.

- ¡En fin! ¿Cuántos años vamos a estar para despegar? A algunos hay que decirles ‘Emerja usted de una vez o quédese en casa’. Al sistema científico español no se le nota que está muerto, porque aún no huele mal. El vasco no está muerto, pero ha conocido épocas de más salud.

-¿Qué nos falta?

- Lo de siempre, más dinero. Y menos burocracia.

Después de treinta años de gestión, Zulaica hace balance.

-¿Qué queda de este tiempo?

- La satisfacción de haber contribuido a combatir dos auténticas epidemias, el consumo de heroína y la infección por VIH. Hemos asistido al nacimiento, evolución y ‘cura’ de una enfermedad; y en el caso de la heroína la controlamos.

- ¿El momento más difícil?

- Ver morir a chicos y chicas de 23 años, con toda la vida por delante. Para los profesionales sanitarios fue lo más duro, hasta que apareció la medicación antirretroviral en 1996.

- ¿La decisión más compleja?

- Las que tuvieron un componente social, como la escolarización de niños seropositivos.

- El País Vasco ha sido ejemplo de gestión.

- Podemos decirlo con orgullo. Euskadi puso en marcha programas pioneros, que eran inimaginables. Hubo colectivos que participaron con el Gobierno vasco de manera decisiva, como las ONG y los farmacéuticos.

- Tantos años gestionando la muerte, ¿se planteó tirar la toalla?

- Nunca. Viví la enfermedad en la trinchera, en la primera fila del hospital. Después de años reclamando la puesta en marcha de programas preventivos, no podía negarme. En dos ocasiones, me ofrecieron dirigir el Plan Nacional.

- ¿Dijo no a dos ministras? ¡Muy pocos podrán decir eso!

- A María Ángeles Amador y a Elena Salgado. Creí que mi puesto estaba aquí, entre los míos.

La lucha contra el cannabis ha marcado la trayectoria de la psiquiatra del Hospital de Álava.

- Estoy contenta con lo que hemos hecho. Hemos ido desde conocer la importancia del cannabis en el desarrollo de la enfermedad hasta intentar paliar el problema y saber por qué consumen. Evidentemente, queda mucho por hacer.

- Cada vez más profesionales piden que se regule su uso.

- Puede tener sentido, pero no me atrevo a posicionarme. Lo veo para las personas en tratamiento de cáncer, para evitar las náuseas que provoca la quimioterapia; pero en otros aspectos, depende de cómo se haga.

- ¿Qué falla para que los chavales se fumen un porro antes de entrar en clase?

- Eso ha disminuido un poco. ¿Qué ha fallado? Ha habido una tolerancia absoluta, incluso social. Se ha hecho creer que era peor el tabaco.

- ¿Y no lo es?

- Que una cosa sea mala no significa que no lo sean las dos. El cannabis provoca problemas cognitivos y está demostradísimo que aumenta el fracaso escolar en menores de 18 años. Ha fallado el discurso. Lo guay ha sido decir que era bueno y si decías lo contrario era motivo de ataque.

- Está empeñada en la superación del estigma que pesa sobre la enfermedad.

- Los medios de comunicación juegan ahí un papel importante. Se logró frente al sida y frente a otras enfermedades, como la epilepsia. Podemos hacerlo igual.

De la farmacia familiar de Leioa a la presidencia del mayor productor de genéricos de España.

- Los genéricos, ¿están de moda?

- Lo están, no sé si para bien o para mal. En estos momentos, el mercado está estancado.

- Pero la crisis ha servido para empujar el sector...

- La salud no entiende de crisis, pero sí la estabilidad del sistema. Habrá que decidir entre todos el valor que aporta cada medicamento, si realmente supone una innovación y qué da al paciente; y luego cómo nos organizamos para que el sistema siga siendo sostenible.

- ¿Realmente ustedes han ahorrado al sistema o, como ocurría con la vivienda, el sector absorbe el incentivo fiscal?

-¡No, qué va! El ahorro que los genéricos han generado al sistema español es significativo, ronda los 20.000 millones de euros en veinte años. Hay medicamentos que han bajado el 80% desde que venció la patente.

- ¿Qué queda de aquel farmacéutico de Leioa?

- Muchas cosas. Estar durante años relacionado de manera directa con el paciente te hace ver las cosas de otra manera. Es importante la empatía, verte como si fueras uno de ellos.

- ¿Añora el contacto directo con el paciente?

- Mucho, porque es muy agradecido. En muchos aspectos sigo sintiéndome el boticario de siempre, en contacto directo con el paciente para ofrecer le soluciones a su problema de salud.