El 21% de los conductores que usan la ampliación de la Supersur no paga el peaje

El último tramo de la Supersur entró en servicio el pasado 5 de abril. Desde ese día, los coches pueden enlazar directamente con la AP-68, el vial que se dirige hacia Vitoria, desde Ugaldebieta, Trapagaran o los túneles de Bilbao. Las arcas públicas han invertido 222 millones y cuatro años de trabajo para alumbrar el segmento final de esta carretera de pago que discurre en paralelo a la A-8.

Una de las peculiaridades de la nueva carretera es que, en dirección Álava, no hay un peaje con barreras como sucede en el resto del recorrido, sino que el coste del ticket (que oscila entre 0,60 y 1,80 euros) se le repercute directamente a la cuenta bancaria del conductor mediante un pórtico de paso y un recibo telemático. No ocurre lo mismo en dirección Cantabria, donde los coches sí están obligados a detenerse en una estación de cobro. El sistema que está generando el problema en sentido Vitoria se llama 'free-flow' y es similar al que funciona en las autopistas de Portugal, por ejemplo, donde el coche no tiene que parar en ningún momento y los lectores de matrícula van captando el paso de los automóviles para facturar después el servicio mediante el giro de un recibo bancario.

La clave de todo este embrollo es que para que el pórtico proceda al cobro del peaje, el usuario debe tener habilitadas una de estas dos opciones: o bien un Via-T (pequeño aparato de cobro que se sitúa en el parabrisas del vehículo) o haber dado de alta su nombre, apellidos, matrícula y una tarjeta de crédito en la web de Interbiak, la empresa pública de la institución foral que se encarga de las carreteras (www.interbiak.bizkaia.eus).

El problema es que hay miles de usuarios que desconocen cómo funciona el sistema y atraviesan la Supersur libremente, sin abonar el correspondiente canon. La Diputación no da un número concreto sobre esta bolsa de fraude, entre otras cosas porque aún no hay estadísticas oficiales del volumen de coches que circulan a diario por el nuevo segmento de la Supersur. Pero sí aporta tres datos. El primero es que, hasta el pasado 31 de mayo, el 20,9% de los clientes no llevaba ningún medio electrónico de pago y por lo tanto no podía cumplir con la obligación de abono.

El segundo es que, desde principios de abril, solo 1.343 clientes se han adherido al sistema de peaje 'free-flow', aportando sus datos bancarios a través de la página de Interbiak. Y el tercero es que se han remitido 809 cartas a personas que han utilizado la autopista sin pagar para informar de cómo funciona el sistema. La misiva es solo un aviso. Por ahora. No se reclama ningún pago, pero sí se advierte de que, de volver a circular y no pagar, el conductor tendría un problema. Y es que, según figura en las cartas (EL CORREO ha tenido acceso a una de ellas), el ciudadano «debe registrarse en nuestra web, sólo así evitará los recargos y, en caso de impago del canon, las sanciones que acarrea, con unos importes que oscilan entre 200 y los 4.000 euros, de conformidad con lo contemplado en la norma foral de carreteras».

La bolsa de fraude, no obstante, comenzará a bajar de manera importante desde este mismo mes, ya que la Diputación y la empresa que explota la AP-68 (AVASA) han suscrito un acuerdo para que los coches que se 'escapan' sin pagar por la ampliación de la Supersur sean después detectados en los peajes de esta autopista que lleva hasta Zaragoza. Por el momento, desde la semana pasada, hay tres estaciones de peaje que ya son capaces de identificar a los turismos que no abonan el canon de la vial foral. Son las más cercanas: las salidas de Arrigoriaga, Areta-Arrankudiaga y Orozko-Llodio.

La Diputación trabaja para que este sistema pensado para 'repescar' en la AP-68 a los conductores que no han pagado en la Supersur se implante, poco a poco, en el resto de salidas de esta autopista. Esta medida, las cartas y la información forman parte de la estrategia para reducir a la mínima expresión los impagos. En esta línea, el servicio telefónico de atención al cliente ha registrado un aluvión de llamadas en el último mes (1.712 en mayo, frente a las 324 de abril).