Un conocido cocinero cántabro, insultado y amenazado por hacerse una foto con Vox

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«Sigue la vorágine de mensajes, pero ahora es al revés, ahora son todo mensajes de apoyo y mensajes positivos», decía ayer el chef cántabro, que se sentía desbordado por el afecto y el apoyo que la gente le estaba mostrando tras el señalamiento público, con clientes que denunciaban que jamás volverían a su local por «alinearse con fascistas» o de llamadas anónimas al bar para insultar. El chef no entra a valorar un gesto que él enmarca en el derecho a sacarse una foto con dos clientes «habituales del restaurante» y subirla a las redes: «Soy cocinero, es mi profesión y me dedico a esto, solo pido que haya respeto y aplicar cordura a un problema como este, que no lo es porque solo es una foto. Aquí todos los clientes son bienvenidos».

Este lunes, tras la publicación de la noticia de las amenazas, «mucha gente que se aloja estos días en Noja, Laredo, Ampuero y alrededores se acercó hasta el restaurante para darme su apoyo en persona. Mucha gente nos llamó, pero la mayoría subió hasta aquí: A nivel regional ha causado mucho impacto lo que ha pasado y es increíble la cantidad de gente que ha venido», dice. «El apoyo de Cantabria lo he recibido desde Potes hasta Castro». ¿Y fuera? «He recibido llamadas de gente importante a nivel de política como el presidente de Extremadura, el gabinete de Presidencia del Gobierno de Andalucía, la cúpula de Vox, el Partido Popular». En Cantabria el apoyo político también llegó desde Ciudadanos en forma de tuit publicado por Félix Álvarez. «He echado en falta a otros, pero el apoyo es muy general y me siento muy agradecido». Además de políticos, añade Solana, «también he recibido llamadas de gente de la cultura y muchos deportistas». ¿Cómo quién? Madridista confeso, cita al futbolista Roberto Soldado, que ayer le telefoneó para mostrarle su apoyo así como Felipe Reyes, jugador de baloncesto de la Selección Española.

Si bien los mensajes negativos siguen entrando (solo ayer recibió más de cien privados con «insultos y amenazas») la balanza se ha invertido y son «muchos más los mensajes positivos». Además, añade, «en Google han desaparecido las reseñas que hacen alusión a la polémica, no sé quien ha intervenido pero tanto las malas como las buenas que hablan de esta polémica se han caído».