Enterramiento de la cultura de tumbas yamna, en el óblast de Volgogrado. Vodolaz CC

Un estudio en el que participa la UPV/EHU identifica los orígenes de la familia lingüística indoeuropea

La investigación, publicada en 'Naturie', aplica el análisis del ADN antiguo al conocimiento sobre las raíces lingüísticas

Lunes, 17 de febrero 2025, 15:59

Las lenguas indoeuropeas son habladas por casi la mitad de la población mundial. Suman más de 400 y se dividen en grupos como el germánico, ... el eslavo, el indoiraní, el celta y el de las lenguas romances, del que forman parte el castellano, el gallego y el catalán, entre otras. El origen común de todas ellas ha intrigado a lingüistas e historiadores desde el siglo XIX. Ahora, una nueva investigación publicada en 'Nature', en la que ha participado el biólogo Iñigo Olalde, de la UPV/EHU, señala que el origen común de esta gran familia lingüística estuvo en una población del Cáucaso y el Bajo Volga que no había sido identificada hasta ahora.

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El trabajo, firmado por un nutrido grupo internacional de científicos, entre los que figura Olalde, investigador Ramón y Cajal e Ikerbasque Research Fellow en el grupo Biomics de la UPV/EHU, se basa en el análisis del ADN antiguo de 435 individuos extraídos de yacimientos arqueológicos repartidos por toda Eurasia en un arco cronológico entre 6400 y 2000 a.C.

La idea de partida es que las lenguas indoeuropeas derivan del protoindoeuropeo y que en su difusión fue fundamental la influencia de la cultura Yamna o Yamnaya, conocida también como cultura del sepulcro o del sepulcro ocre. Descubierta a principios del siglo XX, fue una cultura nómada de finales de la Edad del Cobre y principios de la del Bronce, dedicada a la ganadería, aunque también practicaba la agricultura cerca de ríos y de asentamientos fortificados. No sin discusión, le han atribuido la expansión de la domesticación del caballo y el uso de la rueda, además de un fiero carácter guerrero.

Estudios genéticos anteriores habían demostrado que esta cultura, originaria de las estepas al norte de los mares Negro y Caspio, se expandió tanto por Europa como por Asia Central a partir del 3100 a.C., lo que explicaría la aparición de la «ascendencia esteparia» en las poblaciones humanas de toda Eurasia entre el 3100 y el 1500 a.C. Las migraciones desde las estepas tuvieron el mayor efecto sobre los genomas humanos europeos que cualquier otro acontecimiento demográfico de los últimos 5.000 años «y se consideran el vector probable de la expansión de las lenguas indoeuropeas».

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Pero había una rama algo difusa en el 'árbol' de estas lenguas. Era la anatolia, que incluye el hitita, lengua de una de las primeras grandes civilizaciones de Asia Occidental, que se estableció en la actual Turquía a principios del II milenio a. C. Esta rama anatolia fue probablemente la más antigua en separarse del origen común de todas las lenguas indoeuropeas y conservó de forma única arcaísmos lingüísticos que acabaron perdiéndose en todas las demás. Los estudios anteriores no habían identificado una ascendencia esteparia entre los hititas. Las lenguas anatolias descendían de una lengua hablada «por un grupo que no se había descrito adecuadamente hasta ahora», una población que vivió entre 4500 y 3500 a.C. en las estepas situadas entre las montañas del Cáucaso septentrional y el Bajo Volga.

La nueva investigación ha rellenado este vacío, porque ha conectado a los yamna con el grupo anatólico al demostrar que ambos tuvieron al grupo Cáucaso-Bajo Volga (CLV) como ancestro común. De todo el conjunto de individuos analizado, al menos cinco de Anatolia datados antes o durante la época hitita muestran ascendencia CLV.

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«Los pueblos del CLV aportaron alrededor de cuatro quintas partes de la ascendencia de los yamnaya y, al entrar en Anatolia, probablemente desde el este, al menos una décima parte de la ascendencia de los anatolios centrales de la Edad del Bronce, que hablaban hitita», dice el artículo, cuyos primeros firmantes son Iosif Lazaridis, Nick Patterson, David Anthony y Leonid Vyazov, del Departamento de Biología Evolutiva Humana, Universidad de Harvard (EE UU). «Proponemos que la unidad definitiva de los hablantes del protoindoanatolio, la lengua ancestral de los pueblos anatolios e indoeuropeos, se produjo en los pueblos CLV en algún momento entre el 4400 a.C. y el 4000 a.C.». En resumen, el grupo Cáucaso-Bajo Volga es el antepasado tanto del hitita como de todas las lenguas indoeuropeas posteriores.

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