Euskadi invertirá 142 millones de euros a lo largo del año que viene en su apuesta por las energías limpias

Una de las partidas más destacadas irá destinada al Ente Vasco de Energía que dispondrá de 142,7 millones de euros, de los que 128,1 se repartirán en los distintos programas de ayudas. Uno de los que dispondrá de mayores fondos el de rehabilitación energética de edificios, que busca mejorar la eficiencia de las comunidades «mediante actuaciones que van desde cambios en la envolvente térmica, a la sustitución de instalaciones de generación térmica con combustibles de origen fósil por generación térmica basada en fuentes renovables, la generación eléctrica renovable para el autoconsumo y la incorporación de tecnologías de regulación y control, así como la mejora en la eficiencia energética en la iluminación».

El resto de la partida que gestionará el EVE irá destinada a la participación en proyectos de energías renovables. Serán 14,5 milllones de euros. Aquí, a tenor de la cifra que se va a invertir, 6,1 millones, parece que el Ejecutivo apuesta por las plantas de energía solar fotovoltáica. También se realizarán aportaciones por encima de los dos millones de euros en diseños de producción de energía eólica, de biomasa y de hidrógeno. La biometanización y las geotermia también recibirán inyecciones económicas aunque de menos impacto. Con todo, la cuantía se antoja exigua.

En una entrevista publicada el EL CORREO el pasado domingo, Aratxa Tapia admitía que como sociedad «queremos electricidad barata y renovable pero no queremos nuevas instalaciones. Lo queremos todo y a coste cero». «Hay que admitir que cualquier actuación tiene un impacto, pero también que hay que evaluar la relación entre coste y beneficio. Construir un hospital o un colegio también tiene un impacto y se valora. Hay que ser muy respetuoso con la biodiversidad e introducir las medidas correctoras para mantenerla, pero tenemos que admitir que el futuro de la generación eléctrica, sí o sí, pasa por la eólica y la fotovoltaica», defendía entonces la consejera.

La dirección de puertos se lleva un buen pellizco en las cuentas del departamento, con 22,43 millones de euros , la mayor parte de los cuales (15,6) se destinarána a la obra del dique exterior de abrigo en el puerto de Mutriku. También se realizarán actuaciones en los muelles de Bermeo y Ondarroa.

La Agencia Vasca del Agua, URA, dispondrá de 38,5 millones, gran parte de los cuales se destinarán a los capítulos de saneamiento, depuración y trabajos para evitar inundaciones como las que se acometen en la zona de Ibaizabal-Bengoetxe, en la zona de Galdakao. Los parques tecnológicos vascos contarán con un montante de 17 millones para facilitar la transición energética, acomodarse a las exigencias climáticas 2030 o reducir el consumo energético un 60%. Ihobe, con casi 8 millones, y distintas actuaciones en materia agrícola, que suman 6,5 millones completan unas cuentas que Arantxa Tapia permitirán «actuaciones de anticipación, mitigación, adaptación y acción». «Son políticas que han de asumirse e implementarse de manera coordinada. Las inversiones necesarias para alcanzar una puesta a punto en Euskadi (y en el mundo), desde el punto de vista energético y climático, son ingentes y solo lo conseguiremos, solo lo alcanzaremos, con una política industrial puntera en tecnología, innovación y digitalización. Aspectos que este presupuesto sigue cuidando de manera intensiva y prioritaria en línea con lo realizado en los últimos años», defendió.