¿Adiós a la caipirinha en Brasil? Alerta por más de 200 intoxicaciones
Preocupación en el país por una ola de personas afectadas por ingerir bebidas alcohólicas adulteradas con metanol
Brasil es fútbol, samba, carnaval y también caipirinha. Este cóctel, hecho con aguardiente de caña, azúcar, hielo picado y zumo de limón, es la bebida ... más famosa del país, y ahora está bajo los focos. Una oleada de intoxicaciones, que rozan las 200, registradas en locales de distintos puntos del territorio, han llevado a las autoridades a decretar su cancelación.
Según han asegurado, se ha detectado la presencia de metanol en algunos preparados, un alcohol altamente peligroso que no debe usarse en destilados. La mayoría de los casos están todavía en investigación, pero según ha detectado el Ministerio de Salud brasileño ya se ha producido un muerto, y hay otros 12 fallecimientos que están siendo analizados. Además, la prensa del país señala que hay personas en coma, y que una mujer ha perdido la visión después de beber «tres tragos con vodka» en un bar de Sao Paulo.
Precisamente en dicha ciudad se han registrado la gran mayoría de los casos (ocho de cada diez), aunque también hay personas intoxicadas en otros estados y en la capital, en Brasilia. Hay muchos clientes que en las últimas horas, por temor, están evitando beber destilados como vodka, whisky o cachaça, tipo de ron que es la base de la popular caipirinha.
Locales clausurados
«Por ahora me quedo con gaseosas o, como mucho, cerveza, que dicen que es más difícil de adulterar», afirmaba un cliente de un bar de Sao Paulo, donde ya han sido clausurados algunos locales. El resto siguen abiertos, pero la alerta ha prácticamente vaciado muchos de ellos. El origen del alcohol adulterado se desconoce, aunque la policía federal ya dejó caer que estaban investigando un posible vínculo con el crimen organizado.
Mientras se despejan todas las incógnitas el ministro de Salud, Alexandre Padilha, ha recomendado «no consumir bebidas blancas». El presidente del gobierno, Luiz Inácio Lula da Silva, ha creado una «sala de situación» y trata también de abastecerse de un antídoto, el «etanol farmacéutico». Las autoridades también buscan donantes y proveedores internacionales de fomepizol, otro antídoto que no se consigue en Brasil.
El metanol es un químico industrial altamente tóxico para los humanos, cuya ingesta daña el hígado y los nervios. Su rápida detección no es sencilla ya que no tiene olor y es también insípido.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión