Los beneficios y los peligros de la Nivea de lata azul: «Algunas pueden dar reacción»
La crema hidratante cumple cien años como uno de los cosméticos más vendidos en todo el mundo
A.M.
Lunes, 3 de noviembre 2025, 11:22
La Nivea de lata azul es uno de los cosméticos más vendidos en todo el mundo. Lleva en el mercado desde hace cien años y se vende en un centenar de países. Todo el mundo es consciente de sus beneficios, especialmente para las arrugas, pero pocos conocen sus 'peligros'. El farmacéutico Eduardo Senante, experto en la materia, advierte a los consumidores que «en pieles sensibles suele funcionar bien, aunque hay que tener en cuenta el perfume que se utiliza, pues algunas (cremas) pueden dar reacción».
El farmacéutico recomienda aplicar la Nivea sobre la piel un poco húmeda. «Así retiene mejor el agua y su efecto se multiplica», explica. Se puede aplicar tanto después de la ducha como después de lavarse las manos.
El producto es «ideal para pieles secas y muy secas». Y no solo se utiliza para las arrugas, también se aplica sobre los bebés para curar rozaduras o evitar que la piel se dañe debido al frío del invierno. También sirve para hidratar la piel tras una depilación o para tratar las quemaduras solares. Incluso hay hombres que la utilizan como 'after shave'.
«No es un tratamiento milagroso ni sustituto de cremas antiedad, pero es un básico de botiquín que nunca pasa de moda», asegura este experto que recalca que el producto es «muy eficaz» para mantener la reserva de agua cutánea.
En su composición se utilizan principalmente ingredientes con capacidad hidratante y emoliente como parafina líquida y cera microcristalina (son aceites minerales) y lanolina (de origen animal). También se usan glicerina (humectante) y pantenol (agente de cuidado de la piel). Algunas apps de cosméticos penalizan la crema Nivea por usar aceites minerales derivados del petróleo. Sin embargo, desde la OCU señalan que estos aceites se consideran seguros sobre la piel. No es lo mismo cuando se utilizan en cosméticos que pueden ser ingeridos, como en los protectores labiales.