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helena rodríguez
Lunes, 17 de agosto 2020, 23:02
El entorno del Parque Natural de Somiedo, en la cordillera cantábrica occidental de Asturias, es desde este pasado sábado escenario de una búsqueda que mantiene en vilo a las autoridades asturianas, a los vecinos de la zona y a los amantes de la naturaleza. Un dipositivo en el que participan decenas de personas, incluida la Guardia Civil y bomberos, y que busca rescatar a un oso pardo herido en un atropello la noche del día 15. Las autoridades del Principado han emitido incluso un aviso en el que no solo se recuerda a los conductores que circulan por carreteras de montaña la presencia de fauna salvaje, sino que avisan a los excursionistas de que extremen las precauciones si se topan con un ejemplar herido.
El suceso tuvo lugar entorno a las 22.00 horas de este sábado en la carretera AS-227, que une Belmonte de Miranda y Pola de Somiedo, dos de los concejos asturianos con más presencia de fauna salvaje y mayores extensiones forestales. Cuando circulaba a la altura de Santiago de Hermo, un conductor atropelló al animal. «Nos saltó encima del coche desde el otro lado de la carretera», explica el copiloto, Luis Rodríguez, en EL COMERCIO. Como en otros muchos accidentes de este tipo, el conductor no pudo evitar llevarse por delante al plantígrado, un macho de unos 15o kilogramos que quedó tendido inmóvil en el arcén, junto al quitamiedos.
Ilesos, los dos ocupantes del vehículo salieron y avisaron a los servicios de emergencia, que alertaron a la dirección de Medio Ambiente. Se activó el operativo para el rescate, formado por agentes del Medio Natural, técnicos especializados en el manejo de osos, agentes de la Guardia Civil y bomberos. Entre tanto, el animal iba recuperándose del golpe y espabilándose.
Conductor y copiloto incluso tomaron imágenes del ejemplar, que a simple vista presentaba heridas en una zarpa delantera y en la pata trasera. «Se estuvo arrastrando por la carretera horas y horas», lamenta Rodríguez que, en el mismo medio de comunicación, asegura que él y su acompañante, permanecieron en el lugar del accidente hasta las dos de la madrugada.
Ya más recuperado, el oso logró, a duras penas y tambaleante, ponerse en pie y saltar la barrera metálica. Instantes después se perdía entre la abundante vegetación. «Como todo ser vivo herido, buscaba un refugio donde esconderse y recuperarse», confirman fuentes veterinarias. Y si algo hay en Somiedo, el área osera con mayor densidad de ejemplares de España, según el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas), son zonas de difícil o imposible acceso donde 'encamarse'.
Durante la jornada del domingo se le intentó localizar, pero no hubo manera. El lunes, se incorporó un perro al dispositivo, pero todos los esfuerzos por localizarlo fueron infurctuosos. Los agentes de Medio Rural han informado de que ha logrado cruzar un río cercano y que se ha adentrado en una zona escarpada. Para atraer su atención se han colocado hasta cebos de miel en el interior de una jaula ya preparada para trasladar al plantígrado en caso de ser capturado. Los veterinarios que han visto sus imágenes no hacen un buen pronóstico de su estado y aventuran que sufre «graves lesiones internas y heridas de todo tipo», según especifica el Gobierno del Principado en una nota de prensa emitida el domingo. No obstante, «será crucial un examen a pie de terreno tras administrarle una sedación, para determinar sus constantes vitales y corroborar así estas tesis».
Se trata, según las mismas fuentes, de un «protocolo ya realizado con anterioridad siguiendo las directrices del grupo de trabajo multidisciplinar del Oso Pardo Cantábrico y que implica la eventual participación del resto de comunidades autónomas, por lo que ya se han activado los medios necesarios para coordinar las acciones posteriores al rescate». «Hay que tener en cuenta que se trata de actuaciones muy complejas, con múltiples variables que pueden complicar tanto la operación de rescate como las eventuales actuaciones clínicas y de recuperación, si finalmente se dan las circunstancias», confirman desde el Ejecutivo asturiano que aprovecha el mismo documento para aconsejar «a todos los visitantes de espacios naturales que extremen las precauciones cuando circulen por vías de comunicación de alta montaña y respeten escrupulosamente la señalización referente al paso de fauna». También avisa a los excursionistas de que «si se encuentran con un ejemplar herido eviten interactuar con él» y alerten «a las autoridades a través del teléfono de emergencias 112».
El Fapas reconoce, en su página web, que «el incremento de la población osera, lleva consigo también un incremento de riesgos para los osos y los atropellos son uno de ellos». Y aprovechan para denunciar que «en el caso de Somiedo preocupa desde hace años, el proyecto de ampliación de la carretera, demandado por el Ayuntamiento para poder introducir miles de turistas en el espacio natural protegido, ya que en la actualidad, los grandes autobuses tienen mucha dificultad de acceso». Polémicas urbanísticas a un lado, el que en Asturias ya se conoce como 'el oso de Santiago' -por el punto en el que fue atropellado- sigue oculto en la espesura del Parque Natural de Somiedo.
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