40 alumnos de un instituto asturiano con heridas por el juego viral del 'abecedario del diablo'

Mario Prendes, director del IES Astures, destacó en este sentido que la política que se mantiene con los padres y madres es de «transparencia total». El problema se detectó «la semana pasada, ya que empezamos a ver sospechosamente que algunos niños venían con heridas en las manos. Un caso podía ser fortuito, pero cuando vimos que se empezaba a extender fue cuando decidimos coger a unos alumnos para que nos dijeran a qué se debían esas marcas y fue cuando nos explicaron qué era ese juego».

El instituto tiene 165 alumnos de primero de la ESO, que fue el curso en el que se extendió como la pólvora esta práctica lesiva, si bien también se dieron casos residuales en segundo. Aproximadamente 40 estudiantes del centro llegaron a tener estas marcas, «cuatro de ellos más graves». En cuanto se detectó el problema, el centro se movió con rapidez.

El director resaltó que los niños «explicaron que la práctica se había puesto de moda hacía unos diez días por unos vídeos que se habían bajado de YouTube y las redes sociales». En este sentido, insistió en alertar del peligro de la «vía libre» en las plataformas de interacción social, especialmente en los menores.

«Cuando vimos que en alguno la herida era de consideración actuamos inmediatamente y, antes de comunicar a los padres, fuimos a las aulas y les expusimos la gravedad de la situación», comentó Prendes. Destacó que «algunos de los niños eran engañados» y forzados a participar en el juego ya que «les cogían la mano y ya no podían escapar». «Como los alumnos son pequeños asumieron el impacto y, como teníamos una sesión con los padres a los dos días, se les expuso la situación y lo agradecieron», subrayó.

El momento clave que impulsó al centro a cortar de raíz con el problema fue cuando se detectaron «dos casos raros con señales en las muñecas». No obstante, indicó que el problema a día de hoy «está corregido. Todavía esta semana estamos supervisando las manos y vemos que las heridas que había están cicatrizando».

Y es que dos de los niños tuvieron que ponerse curas y vendas ya que «tenían una pequeña infección». El centro advirtió en que expulsará a aquellos alumnos a los que se detecte que han forzado a otros a participar en este mal llamado juego.