80 millones de personas sufren ludopatía en el mundo: «El móvil es un casino las 24 horas del día»

Del análisis se desprenden más cifras, todas ellas preocupantes. Casi 450 millones de adultos sufren algún tipo de alteración conductual o consecuencias adversas para la salud al exponerse a esta práctica. La adicción podría afectar al 15,8% de los adultos y al 26,4% de los adolescentes que juegan en casinos o tragamonedas online. Esos porcentajes serían del 8,9% y el 16,3% respectivamente en el caso de las apuestas deportivas. Tanto estas como los casinos digitales son dos de las áreas del juego comercial con una mayor expansión. Sobre su rango geográfico, estas actividades están permitidas en el 80% de los países del mundo. Según los científicos, basta con jugar más de cuatro veces al mes o tomar parte en más dos tipos diferentes de para que se incremente el riesgo de sufrir consecuencias.

Los autores advierten del riesgo para los menores de estar expuestos a estos estímulos. «Necesitamos tomar medidas para proteger a los niños. Sabemos que la exposición temprana aumenta el riesgo de desarrollar trastornos del juego más adelante. Los niños y los adolescentes son particularmente vulnerables al atractivo al dinero fácil y a los juegos de azar online», advierten.

Los daños asociados a la ludopatía son variados. Esta adicción afecta tanto a la salud física como mental, y según los expertos, se asocia a un mayor riesgo de suicidio, a violencia domésticas, aumenta la delincuencia, provoca la ruptura de relaciones, pérdidas dinerarias e incluso del empleo. «El juego representa una amenaza para la salud pública cuyo control requiere una expansión y un endurecimiento sustanciales de la regulación de esta industria. Si nos demoramos, el juego y los daños que causa se integrarán aún más ampliamente como un fenómeno global y será mucho más difícil de abordar», subrayan.

Buena parte de esta situación es aplicable a Euskadi, donde el número de jugadores se ha incrementado en un 10% desde la pandemia hasta el año pasado y es la comunidad autónoma en la que más dinero se apuesta al año si se tiene en cuenta el denominado juego real, es decir lo apostado menos lo recuperado. Cada vasco pone sobre la mesa una media de 25,3 euros al año, por delante de navarros (23,4) y riojanos (20,7). En conjunto, y teniendo en cuenta también las apuestas por internet la cifra total ascendió a 382 millones de euros en 2022, el último año para el que hay cifras disponibles.

En cuanto a la proliferación de estos negocios, se cuentan 2.065 máquinas de apuestas deportivas en 1.395 locales. El número de salones de juego asciende a 209. De los 135 existentes en Bizkaia, 55 están a menos de 150 metros de un centro escolar.