Más de 24.000 vascos han hecho testamento vital, el doble de la media española
Salud impulsará la declaración de voluntades anticipadas en centros de salud con campañas informativas y el refuerzo del papel de médicos y personal de enfermería
Más de 24.000 vascos han registrado sus voluntades anticipadas desde 2004, un documento en el que establecen los tratamientos y cuidados que quieren en ... el ocaso de su existencia, casi el doble de la media estatal. Es uno de los datos que recoge la primera evaluación del cumplimiento de la Ley de 'Garantía de los derechos y de la dignidad de las personas en el proceso final de su vida', que presentó ayer el consejero de Salud, Jon Darpón, en el Parlamento vasco.
El «despliegue» de este servicio de voluntades anticipadas es una de las acciones previstas en esa normativa aprobada en 2016, y en la que se ha registrado uno de los avances más «notables», dijo el consejero; aunque apuntó que «quedan ámbitos de mejora». «Queremos que todas las personas conozcan que tienen la oportunidad y que lo hagan si quieren», detalló. No se conforma, dijo, con ser la comunidad que tiene más declaraciones por cada mil habitantes de España. El Departamento de Salud tiene previsto distribuir 100.000 folletos informativos en los centros de salud sobre este servicio.
Los documentos de voluntades anticipadas expresan la relación de tratamientos que una persona rechaza que se le apliquen en el caso de que pierda la capacidad de decidir, por una enfermedad, un accidente, una demencia o por encontrarse en situación terminal. Las declaraciones se pueden realizar en el registro específico que tiene el Gobierno vasco, ante notario, en presencia de tres testigos y desde el año pasado en los centros de atención primaria. Darpón detalló que se ha reforzado con más personal -de 1 a 16 trabajadores-, el registro para la labor de asesoramiento y que se ha descentralizado, con tres unidades más que se suman a la que funcionaba hasta ahora.
Uno de los principales retos es «mejorar» los cuidados paliativos pediátricos
Charlas de sensibilización
Una de las prioridades de la consejería es impulsar los testamentos vitales en los centros de salud. «El objetivo es que los médicos de atención primaria se impliquen y que haya suficientes recursos para que lo hagan», añadió el consejero. Salud plantea impulsar las charlas de «sensibilización» entre el personal sanitario y los pacientes y continuar con la formación de las plantillas en cuidados paliativos. Apuntó que el año pasado se programaron 37 cursos, en los que participaron un total de 1.031 profesionales.
El consejero destacó que desde la entrada en vigor de la ley el Departamento de Salud y Osakidetza han planificado 46 nuevas acciones, de las cuales ya se ha iniciado o implantado el 94%. Resaltó algunas de estas iniciativas, como la extensión de los planes individualizados de atención tanto en adultos como en menores, la integración de estas personas y sus familias en «las rutas sociosanitarias», o el uso de la historia clínica electrónica en el ámbito de los cuidados paliativos. Entre los logros alcanzados está la extensión, «prácticamente al cien por cien de los casos», de las habitaciones individuales en los hospitales para respetar la privacidad en los últimos días de la vida de un enfermo.
Otros de los retos del Departamento de Salud es la «mejora y extensión» de los cuidados paliativos pediátricos en hospitales de los tres territorios y conseguir tener 24 horas al día, «todos los días del año», una cobertura asistencial domiciliaria para pacientes terminales. El consejero resaltó que cerca de un 27,5% de los vascos muere en casa, un 54% en los servicios hospitalarios y el resto en diferentes situaciones. El programa de cuidados paliativos atiende al año a cerca de 6.000 personas.
Las residencias ya no comprarán los medicamentos en las farmacias
Las residencias de personas mayores de Euskadi ya no comprarán los medicamentos en farmacias y deberán disponer de sus propios servicios de botica o de depósitos de fármacos para mejorar la calidad asistencial, medida que permitirá un ahorro anual de 2,5 millones de euros al Ejecutivo vasco. Esta nueva regulación se incluye en el decreto que ayer aprobó el Consejo de Gobierno.
Se exigirá un servicio propio de farmacia en los centros con una capacidad de 100 o más plazas, aunque los que estén vinculados a la distribución de un hospital podrán ser eximidos de esta obligación si crean un depósito de medicamentos. También se incorporará personal farmacéutico a las residencias y se impulsará la revisión del uso de la medicación de cada residente. Para este cambio se establece un plazo de un año con el fin de que los centros soliciten las autorizaciones correspondientes.
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