Más de 1.200 menores vascos conviven a diario con la violencia machista
La mayoría de víctimas que llamaron al teléfono del Gobierno vasco en 2023 tenían hijos a su cargo y 59 sufrieron maltrato durante el embarazo
La violencia machista no distingue de edad, situación socioeconómica, procedencia... Pero un factor común muchas de las víctimas es que no pueden huir de esa ... situación porque tienen a personas a su cargo. Más de la mitad de las 1.446 mujeres que el pasado año llamaron al 900 840 111, el teléfono de atención a afectadas del Gobierno vasco, eran madres de menores de edad. Es uno de los datos que se reflejan en la memoria del pasado año de Satevi, este servicio especializado, que cifra en más de 1.200 los niños y adolescentes que «se encuentran en riesgo de desprotección» en Euskadi al estar expuestos a «la violencia directa» que sufren sus progenitoras.
Ese temor a abandonar al agresor se intensifica en el caso de las mujeres migradas (el 23,37% del total). «No cabe el planteamiento de acudir a los Servicios Sociales por el miedo a que les retiren la custodia de sus hijos», recoge el análisis, que apunta hacia otra de las situaciones de mayor «vulnerabilidad» que sufren estas víctimas: la gestación. Un total de «59 mujeres» refirieron en las llamadas «haber sufrido violencia durante el embarazo». De ellas, 27 estaban encinta en ese momento, cinco más que en el ejercicio anterior.
Que cada año sean más de una veintena las embarazadas que padecen maltrato hizo que Satevi, dependiente del Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, comenzara a poner el foco en la detección de estos casos para «ofrecer así una mejor atención enfocada en la situación específica». De hecho, a lo largo de 2022 ofrecieron una serie de charlas dirigidas a matronas, recordándoles la existencia del teléfono de ayuda, tanto para recibir ellas apoyo emocional después de haberse encontrado con una situación de ese tipo como para darlo a conocer entre sus pacientes.
Y es que, insisten en la memoria, «el embarazo es un momento especialmente sensible en la vida de la mujer, ya que conlleva una importante inestabilidad emocional a causa de los cambios hormonales, físicos y psicológicos». El que se trate de «un momento de fragilidad debido al vaivén de emociones como la ansiedad, angustia, inseguridades o miedo» en muchas ocasiones se traduce en que «se agudiza la violencia y hay un mayor riesgo de no identificar el maltrato»». Las consecuencias, inciden, «pueden ser muy graves tanto para la salud física y psicológica de la madre como para la del feto».
El 33% de los contactos con el teléfono los establecieron amigos o familiares de las víctimas
El paso de denunciar
Aunque «los cambios sociales y las reclamaciones desde el movimiento feminista» han conseguido que las víctimas sean más conscientes de su situación, dar el paso de denunciar es muy complicado no solo para las gestantes, sino para las afectadas en general. Esa realidad puede apreciarse, por ejemplo, en que el 66,84% de las personas que llamaron al teléfono de Satevi fueron las propias maltratadas. O, dicho de otra manera, más del 33% de los contactos los establecieron tanto familiares y amigos (579) como profesionales preocupados (139).
Otro dato que da cuenta de las dificultades para abandonar al agresor lo aporta el tiempo que han permanecido en silencio antes de dar el paso y descolgar el teléfono. De las 630 mujeres que ofrecieron información en ese sentido, el 34,3% estaban inmersas en una situación de violencia desde hacía más de 10 años. Solo el 0,9% la padecían desde hacía menos de un año.
El 34,3% de las denunciantes vivía una situación de violencia desde más de 10 años
Entre las atenciones prestadas -con algunas personas los responsables del servicio contactaron más de una vez-, 134 estaban relacionadas con la violencia intrafamiliar de género (hijos, padres, hermanos...), 163 con delitos contra la libertad sexual y 2.772 con violencia en el ámbito de la pareja o expareja. En este último caso, en todas las llamadas refirieron violencia psicológica, en 1.647 física, en 1.033 económica y en 433 sexual.
Las profesionales que atienden el teléfono -operativo 24 horas, gratuito y que no deja rastro en la factura-, además de orientar y acompañar a las afectadas, las derivan, en función de las necesidades, a otros recursos como el Servicio de Atención a la Víctima, servicios sociales, jurídicos, psicológicos, asociaciones... El año pasado, aunque no se trata de un servicio de urgencia, tuvieron 25 contactos indemorables en los que no fue necesario llamar al 112 desde Satevi porque lo podían hacer las propias mujeres y otros 3 en los que las profesionales tuvieron que alertar directamente a Emergencias para solventar una situación de la máxima gravedad.
900 840 111
Servicio de atención a mujeres víctimas
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