La cineasta Maite Ruiz de Austri, pregonera de San Prudencio. Blanca castillo
San Prudencio 2021

«Cuando se puede festejar, yo me apunto a todo»

Maite Ruiz de Austri | Pregonera ·

La cineasta, más fan de los caracoles que de los perretxikos, recibió la Medalla de Álava en la Catedral Santa María

Martes, 27 de abril 2021, 01:51

Aunque este año estemos todos ante una pantalla donde no se proyecta la esperada comedia costumbrista desenfadada, sino esa agotadora mezcla de drama y suspense, ... todo parece indicar que no habrá trilogía. Y con ganas de seguir contando historias de interés, la pregonera Maite Ruiz de Austri repasó el accidentado origen de la llamada a la fiesta alavesa -allá por 1971- en su discurso en la Catedral Santa María. Fue allí donde el diputado general le impuso... no, le entregó... tampoco, indicó amablemente a la cineasta poseedora de dos Goya que recogiera de un pedestal la Medalla de Álava. Extraños ritos en tiempos de pandemia.

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- 50 años de un pregón accidentado -el periodista Carlos Pérez Echevarría no podía llegar a tiempo para pronunciarlo- a otro, por distintas razones.

- Me resultaba complicado coger un hilo y centrarlo, porque no tenía nada que ver con el pregón que había escrito hace un año, cuando aún no había pandemia. Seguimos con los enfermos, las UCI... Tenía que hablar del cine, porque 'lo otro' ya está muy presente en nuestras vidas. Pero fue tirar del hilo de ese primer pregón accidentado y ya salió todo muy fácil.

- En su discurso descubrimos que estuvo en el grupo de danzas de la Diputación.

- Sí, de muy pequeña. Con diez u once años. Nos enseñaba Manolo Ortiz, que tenía una pose erguida y me llamaba la atención. Luego supe que había sido bailarín. Cuando había actos de la institución, íbamos, pero bailaban los mayores. Creo que bailé en la ermita.

- ¿Básicamente, folklore?

- Sí, eran danzas tradicionales.

- Vamos con las fiestas de Álava. ¿La película le pide animación tradicional o por ordenador?

- Primero tendría que saber con qué presupuesto cuento. Se pueden hacer cosas interesantes en 2D con poco. Ya si nos vamos al anime -estilo japonés-, sería más cara. Si nos vamos a las tres dimensiones, saldría aún más cara. ¿Cuál elegiría? Lo intentaría con el 2D siempre, porque me gusta más, pero en anime podría ser muy chulo.

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- Hablando de animarse, cuando se puede festejar, ¿es usted una persona animada en las fiestas o lo fue y ahora se toma las cosas con calma?

- Cuando se puede celebrar, yo me apunto a todo. Soy animada y muy disfrutona. No sé cómo se puede denominar a eso, pero me gusta pasarlo bien.

- Este año hay poquitas cosas en el programa. Pero siempre está presente el menú tradicional. ¿Es usted más de caracoles o de perretxikos?

- De caracoles. Me gustan mucho. También los perretxikos, pero los caracoles cuando están bien hechos, son un manjar. Me encantan.

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- Dentro de los actos tradicionales, como las romerías de Armentia y Estíbaliz o la tamborrada, ¿qué es lo que más le ha gustado de estas fiestas y lo que menos le ha llamado la atención?

- Las romerías son lo más divertido. Puedes beber, puedes comer, puedes bailar, puedes hacer cantidad de cosas. A mí la romería me encanta. Aunque la tamborrada es emocionante, la romería es lo más divertido: vas a tu aire, no tienes hora, estás más libre.

- Ha recibido dos Goya, medallas y distinciones internacionales por su labor profesional. ¿La Medalla de Álava tiene un plus de cercanía?

- Sí, es algo más emotivo. Es la Medalla de Álava. Mal lo puedo explicar, pero si eres alavesa y te la dan, imagínate. Es muy emocionante.

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«Muchos animadores te envían su trabajo por correo electrónico. Lo complicado ahora es poner en pie un proyecto»

Apoyos para el cine en Álava

- Es usted alavesa, pero un poco bilbaína: quiso nacer en Madrid.

- Ja, ja, ja. Mi padre y mi madre estaban aquí en Vitoria, pero fueron a Madrid para dar a luz -era la primera y ella quiso tener cerca a su madre- y volvimos. Realmente, si nos ponemos puristas, yo ya estaba en camino aquí.

- Como recordó, desde aquí ha hecho la serie 'Memorias de Idhún' y ha llegado a 180 países, en 25 idiomas. ¿Llama la atención en su profesión, frente a trabajar en grandes centros?

- Pues no extraña. Si llamas a alguien porque necesitas un perfil profesional concreto, viene sin problemas. Hace unos años, igual sí.

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- Y, además, con la tecnología actual se puede mantener un rodaje de animación en pleno confinamiento, como hizo usted.

- Muchos animadores trabajan desde casa, mandan en trabajo por correo electrónico. Sin problema. Lo complicado es poner en pie un proyecto.

- En este momento dulce del audiovisual alavés, ¿qué apoyos son necesarios para que no se pierda el impulso?

- El apoyo institucional es muy importante y ahí están las ayudas del Ayuntamiento y la Diputación. Pero hacen falta tres cosas más para que esto cuaje en el tiempo y no sea una anécdota. Necesitamos que el Gobierno vasco mire también a Álava y lo mismo diría de ETB, que crea en el cine alavés y, ojalá, en series. Por último, una herramienta fiscal para facilitar la búsqueda de inversores en cine.

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