El coronavirus no ha impedido que se celebre la homilía en la basílica. Jesús Andrade

El obispo de Vitoria pide a las autoridades que no expulsen «la fe en Dios de la vida de la sociedad»

Juan Carlos Elizalde preside la misa por San Prudencio con catorce peticiones de representantes alaveses

Martes, 28 de abril 2020, 11:00

El obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, ha presidido esta mañana la misa mayor por San Prudencio desde la basílica de Armentia, vacía, cerrada al público por el estado de alarma como consecuencia de la pandemia de coronavirus. Ha sido una ceremonia especial, no solo por la ausencia de autoridades y feligreses, sino porque sobre el altar del templo había ofrendas de productos típicos entregados por las siete Cuadrillas de Álava, desde los dulces de Vitoria hasta la patata de la Montaña Alavesa, la sal de Añana o la uva de Rioja Alavesa. Después de la homilía del Padre de la Iglesia vitoriana, un miembro de la Cofradía Amigos de San Prudencio ha leído las peticiones. En total catorce escritas y ofrecidas por personalidades de la sociedad provincial, desde el diputado general, Ramiro González, o el alcalde de la ciudad Gorka Urtaran, hasta miembros de las comunidades religiosas, empresarios y el capitán del Deportivo Alavés, Manu García. Oración por los fallecidos, ánimo a los enfermos y familias y salud para todos los alaveses han sido algunas de las solicitudes trasladadas durante el oficio religioso.

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En el transcurso de la homilía, Elizalde ha ofrecido la misa por los difuntos,«este año con mucha más razón porque apenas les hemos podido acompañar y despedir», ha dicho en su lectura. A las autoridades civiles, políticas, sanitarias y de seguridad les ha dado las gracias «por vuestra tarea en este momento crítico», ha significado, y les ha encomendado a San Prudencio y a la Virgen de Estíbaliz porque «esta pandemia les ha puesto a prueba», en referencia a los políticos.

Han sido varias las referencias en su homilía a las autoridades locales, regionales, nacionales y europeas. Juan Carlos Elizalde les ha implorado que «no arrinconen el bien social que supone la fe porque en este momento la sociedad necesita todas sus fuerzas vivas. No podemos volver a un laicismo excluyente que relega la fe a la intimidad personal o familiar». «Estimadas autoridades, no expulséis la fe en Dios de la vida de la sociedad y trabajad como lo hicieron los padres fundadores de la Unión Europea, que bajo sus firmes ideales cristianos, buscaron la paz, la seguridad y la libertad en todo un continente tras siglos de guerra y confrontación».

La imagen de San Prudencio ha presidido la misa, en la que no han faltado la música y las ofrendas. Jesús Andrade

El Pastor de la Iglesia vitoriana ha defendido así la vigencia de la religiosidad en momentos tan extremos como los actuales. «Basta ver periódicos y redes sociales para comprobar, por las reacciones ante la pandemia, que la humanidad no ha dejado de ser religiosa». «Expulsar a Dios nos hace tremendamente desgraciados porque cada vez que pretendemos construir un mundo sin Dios, lo hacemos contra la humanidad», ha insistido el obispo.

Juan Carlos Elizalde ha hecho suyas intervenciones anteriores del Papa Francisco durante esta crisis sanitaria que tiene a la Humanidad amenazada y en vilo. Ha puesto en valor la solidaridad, la caridad y el dolor compartido. «Es tiempo de eliminar las desigualdades, de reparar la injusticia que mina de raíz la salud de todos. Nos necesitamos todos», ha advertido el sacerdote ante la nueva normalidad que se avecina.

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