Un minuto de San Prudencio por las víctimas del Covid-19

San Prudencio cedió el protagonismo durante uno de los 1.440 minutos que forman su día. En silencio y bajo la bandera de Álava a media asta, las principales autoridades del territorio recordaron las 338 muertes y las miles de personas que han enfermado por el coronavirus. Cuatro curiosos a pie de calle y otra asomada a su privilegiada ventana de la plaza de la Provincia observaban con respeto –y cierta emoción– el homenaje que rompió la banda de txistularis de la Diputación con los primeros acordes del 'Agur Jaunak' .

Si bien la inmensa mayoría de actos quedaron suspendidos para poner freno al contagio del patógeno de Wuhan, varios –contados– permanecen en agenda como el 'Zortziko Álava' en las escalinatas de la Casa Palacio de la Provincia, que desde 1935 resuena cada 28 de abril cuando las campanas de San Pedro anuncian las nueve de la mañana. Debajo de cada una de las cuatro columnas que coronan su escalinata principal se colocaron –de izquierda a derecha– el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran; el diputado general, Ramiro González; el presidente de las Juntas Generales, Pedro Elosegi, y la diputada de Cultura, Ana del Val. Todos con mascarilla y escoltados por agentes del cuerpo de Miñones vestidos de gala escucharon las notas de la composición que pide «armonía y buena unión» para los alaveses mientras se oía cómo se acercaban los cepillos de los vehículos-barredoras que se afanaban en dejar impoluto el centro de la ciudad.

Pero las calles vacías, con la excepción de aquellos que acudían temprano a comprar el pan, demostraban desde un primer momento que no era un San Prudencio cualquiera. El diputado general, Ramiro González, habló de una fecha «extraordinaria» y «emotiva» que también debe servir para homenajear a las cientos de víctimas que está dejando la pandemia. «Personas que en la mayoría de los casos pertenecen a una generación que no tuvo las cosas fáciles en la posguerra y que con su esfuerzo consiguieron que nosotros tengamos una vida mejor. Son una generación que en el caso de Álava es muy plural porque viene de muchos sitios del Estado y juntos han construido un territorio próspero», remarcó.

«Anoche vivimos una noche extraordinaria con la tamborrada más concurrida de la historia. No había nadie en esta plaza (de la Provincia), pero miles de personas recordaban desde sus balcones y ventanas que hoy es San Prudencio», añadió el máximo dirigente foral, quien consideró «compatible la tradición de honrar el patrón y mantener vivo el recuerdo de todas las personas que están falleciendo en situaciones durísimas, en muchos casos sin poder despedirse de sus familias»