La llamada a la fiesta de Mikel Delika

Acostumbrado a todas las solemnidades alavesas, entre ellas a tocar la Retreta de San Prudencio desde la Casa Palacio de Provincia, Mikel Delika lo hace esta tarde desde uno de los balcones de su casa en la cercana localidad de Berrostegieta, al sur de la capital. Con esos atuendos que recuerdan al mismísimo Robin Hood, su pelucón y la bandera de Álava desplegada sobre la terraza, ha llamado a la fiesta a todos los alaveses en honor al patrón, confinado como los demás. Lo ha hecho en solitario, sin el acompañamiento de sus colegas del grupo de atabaleros y trompeteros de la Diputación Foral de Álava que cada tarde-noche del 27 de abril se asoman a la plaza para interpretar la música cada quince minutos. Es una centenaria, que primero se dejó sentir en la Casa Consistorial de la hoy plaza de España y después, desde 1929, también en la sede foral.

Delika es un tipo conocido en Vitoria, especialmente por su doble faceta, la laboral, como maestro vidriero con taller en la calle Chiquita, y la lúdico-festiva, trompetero foral, txistulari municipal, blusa de Los Txismes, cocinero de la sociedad gastronómica Irrintzi y acérrimo del Deportivo Alavés. «En la Retreta te sientes un poco como Celedón dando inicio a las fiestas», ha confesado en un reportaje de Ángel Resa que se adjunta a esta información.