Yolanda Díaz encuentra en Euskadi la mejor plaza para lanzar su proyecto

La irrupción de Díaz está cerrando unas costuras que en los últimos años se habían roto. En la búsqueda del voto progresista, no nacionalista y a la izquierda del PSE funcionan hasta cinco marcas. Una sopa de siglas que se intenta reconducir. Las diferencias persisten, pero se apuesta por rebajar el tono.

El último ejemplo de que hay voluntad de superar heridas se escenificó este mismo miércoles, cuando se hizo oficial que Podemos, Ezker Anitza, Alianza Verde y Equo concurrirán juntos a las elecciones municipales y forales del 28-M. La importancia de que los cuatro partidos vayan bajo la misma marca es sobre todo simbólica. Meses antes de las elecciones autonómicas de 2020, Equo apostó por concurrir en solitario tras denunciar el «veto» de Pablo Iglesias. Sacó algo más de 11.000 votos, pero se quedó sin representación. Tres años después, y aun existiendo recelos, la apuesta es sumar fuerzas y lanzar un mensaje de unidad.

En un escenario extremadamente fragmentado, hay una quinta pieza que por ahora no ha encajado en el puzle, pero que pocos dudan que lo acabará haciendo de cara a las generales. Se trata de Más Euskadi-Euskadi Eraiki, la marca de la formación de Íñigo Errejón en el País Vasco. El pasado febrero anunció que, salvo en municipios muy concretos, no concurrirá a los comicios del 28-M, pero que sí tiene pensado hacerlo en las generales y en las autonómicas del año que viene. Y la relación entre Díaz y Errejón es excelente. Sólo ha concurrido en solitario una vez. Fue en las generales de noviembre de 2019 y únicamente por Bizkaia. Obtuvo 8.500 votos.

Sin tensión

Pero en la reconstrucción de ese espacio todo el mundo tiene claro que el elemento fundamental es cómo encaja Sumar con la cúpula de Podemos Euskadi. A diferencia de la indisimulada tensión que exhiben Díaz, Irene Montero y Ione Belarra en el Congreso, los dirigentes de la coalición morada en el País Vasco han optado por el mensaje conciliador. Cuando el pasado septiembre la vicepresidenta segunda presentó su proyecto en Euskadi, al acto asistieron, entre otras, Pilar Garrido, secretaria general de Podemos, y Miren Gorrotxategi, portavoz parlamentaria. Desde entonces todos los gestos han ido en la misma dirección de respaldo a Díaz. La 'orden' es no abrir ninguna guerra a la espera de cómo evolucionan las negociaciones en el conjunto de España.

En esta recomposición de un espacio habituado al cainismo y donde en ocasiones han pesado más las rencillas personales que la búsqueda de un proyecto común, dos de los principales colaboradores de la vicepresidenta segunda en su campaña para lanzar Sumar son Lander Martínez y Cristina Macazaga. El primero fue el secretario general de Podemos Euskadi y la segunda parlamentaria. Su salida de la dirección en 2020 fue el último ejemplo de las convulsas relaciones internas que existieron en Podemos Euskadi, una formación que en apenas cinco años vio pasar a cuatro secretarios generales pero que ahora apuesta por sumar.