Consuelo Ordoñez. Presidenta de Covite
«Las víctimas hemos sido el precio de la paz 25 años después de crear Covite»Insiste en que «el final de ETA fue negociado» y que «Zapatero y Rajoy acordaron las trampas para cumplir las exigencias de ETA»
Este martes, cumple 25 años Covite, la principal asociación vasca de víctimas del terrorismo. Su presidenta, Consuelo Ordóñez, hace balance, sin pelos en la lengua.
– ¿Qué recuerda de aquellos inicios de Covite? ¿Cómo nace?
– Empecé a ir a las concentraciones de Denon Artean poco después de que mataran a mi hermano. Allí me encontré con las hermanas Cuesta. A Teresa Díaz Bada la conocía de vista, de San Sebastián, y ella nos dijo que era el momento de que fundáramos una asociación de víctimas. La primera reunión fue en mi casa.
– ¿Cuál es el motivo principal que les impulsó en ese primer momento?
– Que mucha gente se arrogaba hablar en nombre de las víctimas. Desde políticos al mundo de la cultura, todos hablaban en nuestro nombre y queríamos tener una voz propia. Cristina tenía muchos contactos de víctimas, Teresa aportó las suyas y yo, que acaba de llegar, contacté con varias del PP, pero se sumaron pocas. Enseguida había un centenar en Covite.
– Aquel es el año 1998 y ETA ha iniciado una tregua.
– ETA está en tregua y el Gobierno de Aznar está negociando con ellos. Lo sabíamos. Éramos conscientes de que, quien paga cualquier negociación con un grupo terrorista, son las víctimas. En cualquier país y época. Nuestro primer manifiesto es brutal porque sigue de plena actualidad y vigencia. La última frase es «no queremos ser víctimas de la paz».
– Qué ironía. Si de algo se ha quejado Covite y usted es de eso.
– Es que, 25 años después, efectivamente, las víctimas hemos sido el precio de la paz.
–¿Por qué lo cree?
– Mire, lo más importante que hemos vivido en estos años ha sido que ETA ya no mata. Pero no podemos engañarnos: ha sido un final negociado. Fue una negociación de Zapatero en la que se pusieron de acuerdo en qué exigencias de ETA podía cumplir el Estado de Derecho. Zapatero nos retransmitió la negociación y el PP hizo oposición con aquello pero cambió su postura en 2010, en el más absoluto secreto. En ese año se reunieronZapatero y Rajoy y llegaron a un acuerdo de cómo cumplir aquellas exigencias de ETA y qué mentiras iban a decir y qué trampas iban a hacer para que las cumpliera el Estado de Derecho. Y Zapatero, más tarde, aconsejó a Rajoy que controlara el mundo asociativo de las víctimas, que él había tenido en contra, con manifestaciones.
– ¿Cuáles eran esas exigencias?
– Entre otras, legalizar Sortu. En junio de 2012, nos dimos cuenta de que el PP estaba de acuerdo. Por eso no había renovado el Tribunal Constitucional, como les habíamos pedido, y permitieron así que saliera adelante la legalización de Sortu. ¿ Yqué pasó justo a la semana siguiente?
– ¿Qué sucedió?
– Que, a la semana siguiente de legalizar Sortu, PP y PSOE se pusieron de acuerdo para renovar elConstitucional. El PP nos estaba traicionando y ahí se nos cayó la careta. Lo siguiente fue la doctrina Parot.
–¿Había más exigencias de ETA?
– Excarcelaciones con trampas y que viviéramos un final sin vencedores ni vencidos. Por eso nadie hemos visto la operación policial del final de la banda. Se pagó a ETA con impunidad. ¿Quién ha pagado el precio de la paz? Las víctimas.
– Pero ETA estaba ya muy debilitada por el trabajo policial.
– ¡Claro! Por eso nos dolió tanto que Zapatero empezara a negociar con ETA cuando por fin se iba a conseguir acabar con ella con el Estado de Derecho. Mi hermano –Gregorio Ordóñez, teniente alcalde de San Sebastián asesinado por ETA– decía que negociar era prostituir la democracia. Con el Estado de Derecho se podía acabar con ETA. No creyeron en eso Zapatero y Rajoy. Lo habríamos logrado antes. Quiero contar y que se sepa la verdad.
–¿Cuáles han sido los mayores éxitos de Covite? ¿El fin de los 'ongi etorri', la colocación de placas en memoria de las víctimas?
– Muchos, pero el primero fue visibilizar a las víctimas. Hasta 1998 parece que las víctimas en elPaís Vasco no existían. Ahí empezamos a ponerles caras, rostro y voz. Luego, la coherencia e independencia que nos ha caracterizado. La creación del mapa del terror, que documenta cada atentado. Y la denuncia de todos los actos para legitimar el terrorismo, en especial los más graves: los 'ongi etorri'. Una orgía del odio donde cerraban las calles.
– ¿Ha sido una tarea difícil mantener la independencia en relación a los partidos políticos?
– Sí, ha sido difícil. La causa de las víctimas no tiene ideología política. Esa independencia la tenemos muy asumida desde que nacimos en 1998 e incluimos, desde esa fecha, a víctimas de todos los terrorismos. Es nuestra seña de identidad y tiene un precio muy alto. Y más cuando ha habido víctimas, es respetable, que han decidido hacer carrera política. El problema es cuando van a puestos en que representan a todas las víctimas. Eso es sagrado. Ha habido una utilización sistemática delPP de las víctimas de ETA. Y por eso hemos sufrido una estigmatización, la segunda después del histórico estigma que nos puso el nacionalismo en nuestra tierra.
– Ha estado con Grande-Marlaska hace unos días. ¿Qué le ha pedido para este mandato?
– He sido la primera en reunirme con él. Tiene algún valor simbólico. En su día me defraudaron con la ley porque la vida de un familiar que no ha tenido justicia valía la mitad –en la indemnización– que otro que sí la tuvo. Se lo hicimos ver en 2010 gracias a AntonioRecio. En 2018 le pedí a Grande-Marlaska que modificara la ley. La semana pasada el ministro me reconocía que «no hay nadie que haya venido tantas veces para reclamar lo mismo». Sé que quieren cambiarlo y ya no hay excusa. Espero que le den luz verde.
