Urkullu plantea abrir a partir del 15 de mayo comercios y peluquerías pero no los bares

El lehendakari quiere que «a partir de la segunda quincena de mayo» se pueda proceder de manera «gradual» a la apertura «limitada» de pequeños comercios, «incluyendo peluquerías, pero no bares ni restaurantes ni locales de ocio». Una flexibilización de las restricciones que, según Iñigo Urkullu, deberá realizarse siempre teniendo en cuenta la evolución del virus y que también podría incluir la apertura de centros culturales, teatros y museos «con limitaciones de distanciamiento físico y aforo».

Urkullu ha comparecido en el Parlamento a petición propia para explicar los pasos dados en las últimas semanas, la situación de la pandemia y cómo quiere su Gobierno volver a la «nueva normalidad» con su propio plan de desescalada. Unas propuestas que, en todo caso, dependerán de si se mantiene el estado de alarma en el conjunto de España. Pedro Sánchez ha logrado esta misma semana la prórroga hasta el 10 de mayo y ya ha aventurado que no será la última. Y si sigue en vigor, el mando único seguirá en manos del presidente del Gobierno. Eso sí, desde La Moncloa también se ha dejado claro que su voluntad es que esa desescalada sea asimétrica, que las medidas de confinamiento se vayan relajando en función del nivel de contagios y que cada comunidad pueda tener cierto margen de actuación. Y ahí es donde tendría cabida el plan del lehendakari.

Es la segunda vez que Urkullu acude al Parlamento para explicar su gestión frente al coronavirus. La primera fue el pasado 2 de abril tras una solicitud de EH Bildu. Durante las últimas semanas, la relación entre el PNV y la coalición soberanista ha alcanzado niveles de máxima tensión, con un constante cruce de críticas y duras acusaciones en un claro clima preelectoral.

Urkullu ha intervenido en un salón de plenos semivacío, con solo 17 parlamentarios. Tras la disolución de la Cámara el pasado mes de febrero por la convocatoria de las elecciones aplazadas del 5 de abril, el Legislativo funciona a medio gas y dirigido por la Diputación Permanente. Pero para evitar riesgos por la crisis sanitaria, se ha optado por hacer la reunión en el hemiciclo para que los representantes de los partidos pudiesen mantener las distancias de seguridad.

Tras guardar un minuto de silencio por las víctimas del Covid-19, Urkullu ha intentado arrojar algo de luz a la que sigue siendo la principal incógnita: cómo será el plan de desescalada para recuperar la normalidad. Pero con grandes dosis de precaución. Ha hablado de avanzar hacia esa «nueva normalidad» de forma «paulatina y segura», pero también ha dejado clara cuál es su filosofía. «No podemos parar la sociedad hasta encontrar una vacuna».

La apertura de los comercios sería, además, limitada y con las mismas restricciones que hay ahora para acudir a los supermercados. Es decir, mantener las distancias de seguridad, estar el menor tiempo posible y solo con un número muy escaso de personas dentro de los locales. Urkullu también ha confirmado la propuesta anunciada por la consejera Cristina Uriarte para que algunos alumnos puedan recuperar las clases presenciales.

En este sentido, ha valorado de forma positiva el levantamiento de la «hibernación» económica y ha subrayado que cualquier paso que se dé en los próximos días deberá regirse por la «flexibilidad» y que cualquier plan habrá de adaptarse «en cada momento a los cambios y contingencias en la evolución de la pandemia». «Debemos prepararnos para un periodo largo de convivencia con el virus. Es probable que se produzcan rebrotes y nuevos contagios hasta que tengamos una vacuna o un tratamiento eficaz. Tenemos que estar preparados y mentalizados para ello», ha subrayado Urkullu, durante un discurso en el que ha valorado de forma positiva los pasos dados durante las últimas semanas. «Hemos pasado de 1.000 test PCR diarios a 4.000».

Urkullu, sobre todo, ha defendido la solidez del sistema sanitario vasco. Frente a una «contingencia imprevisible», el lehendakari ha recalcado que Osakidetza ha conseguido ofrecer «una respuesta sanitaria de calidad». «Hemos conocido problemas y dificultades inmensas, pero no ha habido caos, ni enfermos tumbados en los pasillos, ni colapsos en las urgencias, ni en las UCI, ni hospitales de campaña», ha resaltado el lehendakari.

De forma clara ha subrayado que «hemos iniciado una nueva fase» en la que «sin abandonar la visión sanitaria van a cobrar más relevancia los ámbitos sociales y económicos de cara al futuro». Urkullu también ha lanzado un aviso al resto de grupos tras unos días plagados de críticas, por parte de la oposición. «Creo sinceramente que la irrelevancia será en el futuro el reflejo de quienes se dedican a poner palos en las ruedas y buscar culpables. Son una minoría», ha señalado el lehendakari, quien también ha tenido un recuerdo para todas aquellas que han perdido un familiar. El jefe del Ejecutivo ha propuesto que cuando se «estabilice» la situación se organice un «solemne acto de despedida social e institucional».