Urkullu siente «rabia» por las vacunaciones irregulares

Iñigo Urkullu mostró este martes su «pena, tristeza y rabia» por la vacunación irregular de algunos altos cargos hospitalarios. El lehendakari, en una comparencia en Vitoria en la que estuvo acompañado de la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, subrayó que «no es tiempo de anteponer los personalismos frente al bien colectivo». En todo caso, ninguno de los dos dirigentes quiso aclarar las dudas surgidas alrededor de la vacunación de los responsables de Santa Marina y Basurto y se remitieron a la comparecencia que tiene previsto realizar hoy la consejera en el Parlamento.

Urkullu y Sagardui, a los que también acompañó el titular de Comercio, Javier Hurtado -que presentó un plan de ayudas para el comercio y la hostelería-, intervinieron en un momento muy complicado para el Gobierno vasco. La semana pasada los gerentes de los hospitales de Santa Marina y Basurto tuvieron que dejar sus cargos al conocerse que se habían vacunado antes de lo que les correspondía.

La tormenta no acabó ahí. La consejera de Salud negó de forma tajante que estuviese al tanto de que al responsable del primer centro, José Luis Sabas, le hubiesen administrado la dosis. Sin embargo, tal y como ha informado EL CORREO, Sabas se puso en contacto con Sagardui días antes de la vacunación para exponerle sus intenciones.

«Hay que respetar los protocolos y los criterios, y en ellos no entran los cargos directivos», se limitó a señalar Urkullu. Aunque a Sagardui se le cuestionó hasta en tres ocasiones de si estaba al tanto de la decisión adoptada por Sabas, la consejera se remitió a su comparecencia de hoy en la Cámara vasca. «No cumplir con esos protocolos provoca pena y dolor y tristeza y rabia», afirmó el lehendakari, quien durante su comparecencia ante los medios incidió en el «compromiso del Gobierno» para gestionar el proceso de vacunación «con el mayor rigor posible» y siendo «absolutamente transparentes y honestos». «Todo aquello que se desvíe de lo que puedan ser esos colectivos (prioritarios) identificados, esos protocolos establecidos, tanto en lo personal como en lo institucional, nos provoca esa pena, esa sensación de rabia, ante la necesidad de un compromiso social que nosotros intentamos llevar adelante».

A Urkullu también se le preguntó si contempla cesar a Sagardui en caso de que se demuestre que la consejera conocía y consintió la vacunación total de la plantilla de San Marina -se enviaron 100 viales con capacidad para 600 dosis y se administraron 575-. Para conocer la respuesta el lehendakari invitó a los medios a «esperar» a la comparecencia de la titular de Salud.