Urkullu reivindica que Euskadi ofrece el «mayor alivio fiscal» del país
El PP reprocha al lehendakari que «infrautilice» el Concierto Económico y le pide que cifre ya la nueva deflactación del IRPF
En plena guerra fiscal entre comunidades autónomas, Iñigo Urkullu sigue empleando en sus intervenciones términos como «prudencia», «responsabilidad» y «estabilidad». El lehendakari quiere aislar a Euskadi de un creciente pulso político fagocitado por la cuenta atrás hacia las elecciones de mayo, pero tampoco renuncia a meter baza para reivindicar las medidas que el Gobierno vasco ha desplegado en los últimos meses frente a la galopante inflación. Una respuesta que supone, en sus palabras, «el mayor alivio fiscal del Estado» gracias a decisiones como las sucesivas deflactaciones del IRPF acordadas con las tres diputaciones forales.
El mandatario nacionalista ha presentado nuevamente este viernes en el Parlamento vasco la hoja de servicios de su gabinete en materia fiscal desde que la guerra en Ucrania precipitó una histórica escalada de los precios. Lo ha hecho a respuesta de PP+Cs, que en su iniciativa le reprochaba «no haber hecho nada hasta la fecha, salvo deflactar tarde y a rastras el IRPF». Urkullu ha tratado de neutralizar las acusaciones tirando de cronología. Ha recordado los ajustes de los tramos que se aprobaron primero en enero y después en julio (un 5,5% en total), la aminoración de las cuotas a rentas inferiores a 30.000 euros y las exenciones a las ayudas públicas, entre otras medidas.
«Contamos con un sistema fiscal consensuado, progresivo y eficaz», se ha felicitado, no sin obviar que precisamente el PP contribuyó hace cuatro años a la aprobación de la última reforma tributaria. El lehendakari se ha congratulado de que Euskadi esté a la cabeza del alivio fiscal, ya que ninguna otra comunidad autónoma ha alcanzado siquiera un 5% de ajuste en los tramos del IRPF. Las haciendas forales lo han hecho, ha recordado, pese al «riesgo unilateral» que representa el Concierto Económico. «Está muy bien plantear bajadas de impuestos en las comunidades y reclamar al Gobierno español la cobertura de los servicios públicos. Nosotros no dependemos de esa financiación», ha contrapuesto.
«Los últimos de la fila»
Urkullu ha insistido en que habrá una nueva deflatación a partir del 1 de enero «para atenuar la inflación subyacente», la que no tiene en cuenta los precios de la energía y de los alimentos frescos, que está en el entorno del 6%. En todo caso, y pese a la insistencia de Iturgaiz a este respecto, no ha querido cifrar el ajuste a la espera de la reunión del Consejo Vasco de Finanzas con las tres diputaciones forales. El lehendakari ha optado por la prudencia porque también está pendiente de un encuentro entre PNV y PSE-EE, socios de coalición, para abordar esta cuestión. Y es que los socialistas demandan «progresividad» mientras sus compañeros en Madrid cargan contra cualquier deflactación por ser «regresiva».
Las explicaciones del jefe del Ejecutivo autonómico no han satisfecho a PP+Cs, que acudía al pleno de control en busca de nuevos compromisos en clave de bajadas impositivas. Iturgaiz se ha lamentado de que el Gobierno vasco «infrautilice» un instrumento «tan genial» como el Concierto Económico, que le permite unas cotas de autonomía fiscal mucho mayores que las comunidades del régimen común. «Se están quedando los últimos de la fila. No nos cuente la cantinela de la buena gestión porque los vascos vivimos esta crisis como el resto de los españoles, sin hecho diferencial que la alivie», le ha reprochado el presidente de los populares en Euskadi.